Pisos con calefacción para no pasar frío en invierno

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¿Por qué un piso con calefacción?

Tener calefacción en casa puede ser crucial dependiendo de la ubicación de nuestro piso y de nuestras necesidades. ¿Cuándo nos puede interesar tener una casa con calefacción?

  • Vivimos en una ciudad con inviernos muy fríos y un piso con calefacción nos dará la vida en navidad.

  • Somos frioleros y no toleramos bien las bajas temperaturas.

  • Nos gusta la tranquilidad de estar cómodos en casa en invierno sin tener que andar envueltos en cientos de capas.

  • Nuestra piso no está bien aislado y se enfría mucho.

  • Vivimos en una casa de techos altos o suelos de piedra.

  • Nuestro piso no está orientada de cara al sol.

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¿Qué tipos de calefacción podemos tener en nuestro piso?

Los tipos de calefacción más comunes que podemos tener en nuestro piso serían:

Calefacción eléctrica

La calefacción eléctrica es la más común en los hogares españoles, se estima que un 46% de los pisos cuenta con este tipo de calefacción. A su vez, entre los sistemas de calefacción eléctrica encontramos 3 tipos predominantes:

Radiadores termoeléctricos

Son radiadores que se conectan a la red eléctrica de nuestro piso, son independientes, podemos cambiarlos de sitio y emiten calor incluso después de apagarlos. Funcionan con una resistencia eléctrica que se dedica a calentar el líquido del interior del radiador. Dicho funcionamiento también implica un gasto importante de luz y la necesidad de contratar más potencia en casa.

Calefacción eléctrica por convección

Un tipo de calefacción eléctrica más económico, rápido y seguro que el anterior. Consiste en utilizar las resistencias eléctricas para calentar el aire. También son sistemas portátiles.

Calefacción con caldera eléctrica

Las caldera eléctricas funcionan calentando una serie de radiadores de agua que están situados por todo el piso. Rinden mejor y consumen menos que una caldera de gas.

 

Calefacción de gas

La calefacción de gas es el segundo sistema más común en los pisos españoles, en torno a un 32% de los hogares utilizan uno de estos tipos de calefacción de gas:

Estufas de gas

Las estufas de gas son las más tradicionales dentro de los sistemas de calefacción de gas, pudiendo emplear desde gas natural, hasta gas butano o gas propano. Estas estufas funcionan combustionando el gas con unos quemadores. Normalmente las de butano o propano son portátiles y hay que emplearlas con precaución. Por precio, eso sí, ganan por goleada a todos los sistemas anteriores.

Calentadores de gas por convección

Al igual que los calentadores eléctricos por convección, los calentadores de gas por convección son los que más rápido actúan y caldean la casa. Por contra, son contaminantes y no muy seguros, pudiendo llegar a incendiar aquellos materiales que entren en contacto con ellos.

Calefacción con caldera de gas

Llegamos al tipo de calefacción de gas más empleado en nuestro país. Funciona por medio de una caldera y una suma de radiadores que se encuentran por el piso repartidos. Los radiadores contienen agua que calienta la caldera. 

Calefacción radiante o suelo radiante

El suelo radiante es un sistema de calefacción bastante novedoso, funciona con un circuito de tubos colocados debajo del suelo del piso y que mueven el agua caliente a través de ellos. Los tubos permiten que el calor suba a través del suelo y caliente el piso. Una de las ventajas es que no hay que contar con estufas que estropeen la decoración de nuestro piso y, además, nos consiguen mayor aislamiento acústico y térmico con su consiguiente ahorro. Son más caras de instalar pero suponen un ahorro a largo plazo.

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