En una sociedad de la información, la relevancia entorno a los datos es clave para mejorar toda actividad digital que implique al ser humano. Con el Big Data es posible. Una tecnología capaz de recopilar, gestionar, almacenar, analizar e interpretar datos de una manera más completa y exhaustiva que la anterior. El conocimiento y la experiencia que tenemos sobre los datos actualmente nos permite mejorar y evolucionar cualquier actividad digital que trabaje con información. Por otro lado, también nos permite afrontar nuevos retos y romper barreras que en el pasado no hubiésemos imaginado.
Gestionar un mayor volumen de datos
La tecnología Big Data nos posibilita manejar los datos de una manera completamente diferente a como lo hacíamos anteriormente. Nos permite gestionar un volumen superior de datos, hecho que nos permite sacar una información más completa y precisa que permite a las empresas y entidades llevar a cabo sus actividades alrededor de la información de una manera más eficiente y eficaz.
Para que nos hagamos a la idea, un usuario en una red social nos daría información sobre su sexo, edad y nacionalidad, con la cual lo segmentaríamos en un grupo de público objetivo. Es una información valiosa pero limitada, porque al final cada persona tiene sus gustos y características que lo convierten en un consumidor único en el mundo. Pues bien, el Big Data permite que las empresas puedan manejar un volumen de datos mucho más grande y completo y, a su vez, complejo.
Dichos datos les permiten tener información muy precisa sobre cada usuario, facilitando a las personas llegar al consumidor. Además, el Big Data permite combinar y analizar los datos de estos usuarios para conocer nuevas tendencias y patrones del mercado y del consumidor. Esto da conocimiento e información a las empresas para vender mejor sus servicios y productos.
El Big Data ayuda a solucionar problemas
En otra dirección, el Big Data formulará soluciones a problemas de la sociedad actual que pueden contribuir a mejorar la vida de las personas, como evitar y prevenir catástrofes o epidemias, reformular el urbanismo de las ciudades, ser más eficientes con el medio ambiente, etc.
En conclusión, el Big Data ha supuesto un salto cualitativo de la información. El valor diferencial ya no es la cantidad, sino la calidad. La capacidad que tiene el Big Data para gestionar más datos ha solucionado el problema del límite cuantitativo, por lo que ahora la importancia reside en el valor que puede aportar la nueva información.