En una comunidad de vecinos acostumbra a haber bastantes gastos, por lo que la contratación de un seguro no suele ser una idea demasiado atractiva. No obstante, este gasto adicional ofrece coberturas importantes que pueden prevenir problemas económicos mayores en caso de incidentes. Además, debes saber que contratar un seguro en una comunidad de vecinos es obligatorio en dos autonomías del país.
¿Es obligatorio tener un seguro en una comunidad de vecinos?
La obligatoriedad de contar con un seguro en una comunidad de vecinos depende de la normativa autonómica. A nivel estatal, no existe ninguna ley, ni siquiera la Ley de Propiedad Horizontal, que imponga de manera general su contratación, pero algunas comunidades autónomas sí lo exigen. Es el caso de Madrid y Valencia, donde es imperativo contar con un seguro que cubra los daños por incendios y otros posibles siniestros en las zonas comunes.
¡Ojo! 👀 No contar con un seguro de comunidad de vecinos en las regiones donde es obligatorio puede conllevar sanciones.
A pesar de no ser obligatorio, es muy recomendable contar con un seguro en la comunidad de vecinos por la tranquilidad y la seguridad que proporciona, ya que protege tanto las instalaciones como a los propietarios frente a posibles incidentes que podrían tener unas consecuencias graves, tanto estructurales como económicas.
Eso sí, hay que tener en cuenta que no todas las pólizas incluyen las mismas coberturas, por lo que es importante leer la letra pequeña para asegurarse de que el seguro cumple con las expectativas y no llevarse ninguna sorpresa desagradable cuando se necesite emplear el seguro.
¿Qué cubre un seguro?
Un seguro en una comunidad de vecinos ofrece coberturas diseñadas para proteger las zonas comunes del edificio y arreglar los daños que puedan producirse en ellas. Las principales coberturas son:
- Incendios y explosiones: Protección frente a incendios, explosiones o cortocircuitos que puedan afectar las instalaciones comunes.
- Daños por agua: Cubre filtraciones o inundaciones que afecten zonas comunes como patios o techos, y en algunos casos puede incluir indemnizaciones por daños a terceros.
- Responsabilidad civil: Ante cualquier accidente en zona común, la comunidad es la responsable; el seguro cubre los gastos derivados de reclamaciones de terceros.
- Daños estructurales: Como grietas o desperfectos graves en muros o techos.
- Robo y vandalismo: Protege contra robos o daños por actos vandálicos que afecten a puertas de entrada, ascensores o garajes.
- Cobertura de reclamaciones laborales: Si la comunidad cuenta con conserje o personal de limpieza, el seguro también puede incluir coberturas por reclamaciones laborales.
¿Cómo contratar un seguro en una comunidad de vecinos?
Contratar un seguro para una comunidad de vecinos es un proceso sencillo, pero se deben tener en cuenta algunos aspectos para asegurarse de que se elige la mejor opción. Para ello, los pasos a seguir son:
- Realizar una reunión y llegar a un acuerdo con la comunidad. En una junta, estudiar la necesidad de contratar un seguro y, en caso de acuerdo, aprobar la medida. En la mayoría de los casos, se decidirá entre varios presupuestos.
- Estudiar las necesidades: Es importante analizar cuáles son las características del edificio, si hay empleados (conserjes, porteros, personal de limpieza…) y qué riesgos se consideran más probables (filtraciones, incendios, etc.).
- Comparar pólizas. Hay que tener en cuenta las coberturas, exclusiones y precios.
- Elegir una compañía aseguradora. Asegurarse de que esta tenga buena reputación y ofrezca un servicio de atención al cliente eficiente para gestionar posibles reclamaciones o siniestros.
- Revisar periódicamente el seguro: Las necesidades de la comunidad pueden cambiar con el tiempo, por lo que es recomendable revisar el seguro periódicamente para actualizarlo según sea necesario.
Para contratar un seguro en una comunidad de vecinos es necesario contar con la siguiente documentación:
- Datos de la comunidad: dirección, número de viviendas, zonas comunes y cualquier característica específica del edificio.
- Valor de los bienes: Se deberá realizar una valoración de los bienes y las zonas comunes que serán aseguradas, como ascensores, garajes o jardines.
- NIF de la comunidad: La comunidad de vecinos deberá estar constituida legalmente y contar con un NIF que la identifique como entidad.
- Acta de la junta: Es importante disponer del acta de la junta de vecinos donde se aprueba la contratación del seguro, para cumplir con los requisitos legales.
- Historial de siniestros: En algunos casos, las aseguradoras pueden pedir un historial de siniestros ocurridos en la comunidad para evaluar la operación.
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