Firmar un contrato de alquiler es uno de los trámites más importantes, si no el que más, a la hora de formalizar un arrendamiento. Pero, ¿qué sucede cuando el inquilino es un hijo o un familiar? A continuación, te explicamos cómo hacer un contrato de alquiler a un hijo.
¿Se puede hacer contrato de alquiler a un hijo?
Elaborar un contrato de alquiler de padres a hijos siempre es aconsejable. Sin embargo, no es obligatorio, ya que ninguna Ley lo especifica actualmente.
De todas formas, hacer un contrato de alquiler a un familiar, ya sea descendiente o con grado de parentesco, te permite acordar un precio libre entre las dos partes.
A cambio, los ingresos que obtengas como propietario deberán tributar a través del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). En otras palabras, el contrato de alquiler anual entre familiares implicará la declaración de los ingresos que obtengas como rendimiento de capital inmobiliario.
Si lo que quieres es ceder la vivienda a tu hijo de forma gratuita, la opción del contrato no es la más adecuada. El motivo principal es que, a nivel fiscal, constaría como si el piso estuviera vacío. En estos casos, lo más conveniente es realizar un contrato de cesión comodato.
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¿En qué consiste la cesión de una vivienda a un hijo?
La cesión de un hogar consiste en transferir el derecho de uso de dicho inmueble a un hijo o familiar sin el deber de pagar un alquiler. En este proceso no se transmite la propiedad, por lo que no implica un cambio de titularidad de la vivienda. Si se cambiase la titularidad, se trataría de una donación.
Existen dos maneras de ceder un hogar a tu hijo o familiar, la cesión de vivienda en precario y la cesión de vivienda comodato.
Cesión de vivienda: precario
Cuando hablamos de cesión de vivienda en precario nos referimos a una cesión elaborada de forma gratuita y sin ningún tipo de contrato de por medio. Así, ni la duración del contrato ni otras cláusulas quedan especificadas.
Ante una préstamo de este tipo, si solicitas al inquilino que abandone la vivienda y este no lo hace, tan solo podrás recuperarla mediante un juicio por desahucio.
Cesión de vivienda: comodato
El comodato es una especie de contrato de préstamos que ampara el artículo 1740 del Código Civil. De forma sencilla, es la entrega de un inmueble no fungible que una parte entrega a otra para que pueda utilizarlo durante un tiempo determinado y después retornarlo.
Asimismo, el familiar propietario está obligado a respetar el plazo que se acuerde en el contrato, aunque podría reclamar el hogar si surgiese un motivo de peso o una necesidad urgente.
A la hora de elaborar el contrato de comodato, es conveniente incluir algunos elementos con tal de prevenir y evitar complicaciones fiscales más adelante:
- Especificar que se trata de una cesión gratuita.
- Mencionar qué parte se hará cargo del pago de suministros, arreglos u otro tipo de gastos.
- Determinar las condiciones necesarias y consentidas por Ley para regular el acuerdo.
¿Debo tributar por la cesión gratuita de un hogar a un familiar?
El contrato de alquiler a un hijo sin cobrar, el contrato de cesión, será fundamental para justificar su gratuidad. Una vez demostrado, la tributación de impuestos será la mínima posible. De ahí que convenga realizar un contrato y reflejar que no obtienes ganancias como propietario.
La cesión implica el pago del IRPF del 2 % del valor catastral si la vivienda alquilada no produce rendimientos de capital. Si el hogar se encuentra en un municipio con valor catastral revisado, será del 1,1 %.
¿Cómo hacer un contrato de alquiler?
Para elaborar un modelo de contrato de alquiler familiar, es necesario conocer cómo se hace un contrato de alquiler. Los documentos esenciales son:
- Nombre, apellidos y datos del casero e inquilino.
- Detalles del inmueble.
- Dirección completa y estado de la vivienda.
- Duración del contrato y fecha final.
- Importe de la renta.
- Qué parte se hace cargo de los gastos.
- Fianza.
- Requisitos y cláusulas que determinen los derechos y obligaciones de arrendatario y arrendador.
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