El Feng Shui es un sistema filosófico chino basado en la armonización energética de los espacios en los que vivimos y trabajamos. Según esta filosofía la modificación de la disposición del espacio te permitirá conseguir que la energía fluya de manera adecuada, lo que fomentará la creación de armonía, equilibrio y prosperidad. Con el objetivo de ejercer una influencia positiva en los inquilinos de la vivienda.
Feng Shui: limpieza y orden
El Feng Shui está estrechamente relacionado con la limpieza y el orden. Se aconseja realizar una limpieza en profundidad cuando se produce un cambio de estación o para cerrar ciclos e iniciar nuevos proyectos. Esto te permitirá llenar tu casa de energía positiva y eliminar la carga negativa que pueda haberse creado en la etapa anterior.
Esta limpieza deberá llevarse a cabo de dentro a fuera, empezando por el interior de los armarios. Además, se recomienda la participación de todos los habitantes de la casa, de modo que se pueda conseguir realizar una limpieza exhaustiva de todos los rincones de la vivienda.
Deberás empezar revisando el funcionamiento de todos los objetos y dispositivos de tu hogar, desechando o reparando aquellos que no estén en buen estado.
En relación al almacenaje, los objetos deben estar ordenados y guardarse en estancias que tengan una relación directa con su utilidad. También se debe evitar utilizar habitaciones con una función exclusiva de almacenaje, ya que según esta filosofía todo lo que deposites en ellas absorberá la energía estancada generada en la estancia.
En este procedimiento también puedes aprovechar para reorganizar la disposición del mobiliario e introducir nuevos elementos decorativos que den un aspecto renovado a tu hogar. Se aconseja la utilización de colores relajantes y la incorporación de componentes relacionados con los cinco elementos naturales: agua, tierra, fuego, madera y metal.
La presencia de luz natural también juega un papel central en el feng shui, por lo que se deberá aprovechar al máximo. Es importante que en espacios como la cocina, el baño y el pasillo —donde se le suele dar menos importancia a este aspecto— también se cuide la iluminación. En cuanto a la luz artificial que utilicemos, deberá ser preferiblemente cálida, ya que las luces demasiado blancas y los fluorescentes se asocian a un bajo rendimiento.
En cuanto a distribución y estructura de la vivienda, se recomienda que el comedor se ubique en un espacio separado del resto de estancias. También se debe evitar que las ventanas queden situadas a las espaldas de los comensales y se aconseja la colocación de cortinas en caso de ser inevitable. Además, la puerta de la cocina no debe encontrarse delante de la puerta de entrada ni la del baño.
Además de la limpieza física, se debe llevar a cabo una purificación energética con incienso. Para realizar este proceso de sahumerio tan sólo deberás escoger una fragancia de tu agrado, aunque se recomienda especialmente la mirra, el romero o el sándalo. Para finalizar este proceso depurativo, deberás abrir todas las ventanas y puertas para realizar una ventilación general y renovar definitivamente la energía de tu casa.
Anímate a poner a prueba esta filosofía y realiza una limpieza energética en tu hogar. Si estás buscando un cambio o empezar con fuerza una nueva etapa de tu vida, sin duda estas técnicas te serán de gran utilidad.