5 conflictos típicos en una comunidad de propietarios durante el verano (y cómo solucionarlos)

El verano no solo trae sol, helados y tardes de piscina. También multiplica los roces vecinales, especialmente en las zonas comunes. En una comunidad de propietarios, la convivencia puede ser un reto si no se gestiona bien el civismo entre vecinos.

¿Te suenan los gritos en la piscina o las barbacoas eternas en el patio? Aquí te contamos los conflictos más frecuentes en comunidades de propietarios durante el verano y cómo prevenirlos.

Cada vez son más comunidades que confían en un administradorDeja los problemas de tu comunidad en manos de un buen administrador

1. Ruido y fiesta hasta las tantas

Con las vacaciones llega la relajación de horarios… y a veces del sentido común. Las reuniones con amigos, las copas en el balcón o las fiestas improvisadas pueden convertirse en un suplicio para los vecinos que madrugan o para las familias con bebés.

Para empezar, nunca está de más recordar las normas de convivencia por canales oficiales como WhatsApp. Algunas comunidades son más clásicas: un cartel en la escalera también ayuda. Si procediera, se podría votar en junta el horario de uso de las zonas comunes. Ante un último caso, se puede recurrir al presidente de la comunidad o al administrador de fincas para que intervenga.

2. Uso conflictivo de la piscina comunitaria

Es un problema clásico del verano. Aforo sobrepasado, gente que reserva hamacas con la toalla y no aparece en dos horas, niños jugando como si estuviesen en un parque acuático… Todo esto puede generar tensión entre vecinos.

Remarcar las normas claras de uso es fundamental, sobre todo por los aforos, horarios, etc. Si es necesario, se pueden implementar sistemas de turno o de reservas. Por otro lado, si el presupuesto lo permite, diseñar un servicio de mantenimiento o de vigilancia para que se cumplan las normas.

3. Problemas con mascotas en zonas comunes

Si no se gestionan bien las reglas como comunidad, aquellos perros que vivan en la finca pueden bañarse en la piscina, correr sin correa por el jardín e incluso dejar “regalitos” sin recoger. Esto puede generar quejas, sobre todo si hay niños pequeños o personas alérgicas.

Para solucionarlo, la comunidad puede regular el uso de mascotas en espacios comunes vía normas internas. Poner comunicaciones claras como carteles en las zonas verdes puede concienciar sobre el uso que hacen los dueños de mascotas. En casos graves, se podrían poner sanciones, pero eso debe estar reflejado en los estatutos de la comunidad de propietarios.

4. Mal uso de barbacoas o del patio de la comunidad de propietarios

Buen tiempo, más facilidad para coincidir con amigos, las barbacoas son un clásico del verano… hasta que dejan de serlo. Humo, olores y restos de alimentos que pueden molestar a los vecinos o incluso causar problemas de salubridad si se deja abandonado.

Una manera de prevenir un mal uso es delimitar las franjas horarias de uso del espacio, un sistema de reserva de la zona, para hacer un uso ordenado. En último lugar, y uno de los puntos fuertes, plantear mejoras en las zonas que ayuden a mantener el espacio limpio y recogido, esto pasa por poner papeleras en las que poder tirar los desechos que generen quienes usen el espacio.

5. Obras en pleno verano

Aunque muchos aprovechen la temporada baja para hacer reformas, siempre puede ser que surja alguna justo en el tiempo de descanso y vacaciones de otros propietarios. Estas obras generan ruidos y polvo, en un momento en que muchos buscan la tranquilidad.

Para ello, nunca está de más comunicar esas obras a la comunidad con antelación. También es importante establecer los horarios de trabajo en función de lo que pida la normativa municipal y los estatutos de la comunidad. Cabe destacar que, si las obras exceden el límite razonable, el administrador de fincas puede intervenir.

Mejor prevenir que curar en tu comunidad de propietarios

El mejor antídoto para evitar conflictos en la comunidad de propietarios es la prevención y la comunicación. Establecer normas claras antes de que llegue el verano, fomentar el respeto mutuo y contar con un buen administrador de fincas puede marcar la diferencia entre un verano tranquilo o una jungla vecinal.

Si tu comunidad todavía no cuenta con un profesional que ayude a prevenir estos fuegos, no dudes en contactar con nuestros administradores de fincas, que podrán llevar los trámites de la comunidad y evitar, en la medida de lo posible, conflictos eternos entre vecinos.

100% Tranquilidad en tu comunidadIdentificamos los problemas de convivencia antes de que ocurran y los resolvemos

Deja una respuesta