Agosto, ya ha llegado otro año más. Las carreteras se han llenado de coches con las maletas hechas y preparadas para ser abiertas en la casa de verano. Durante un mes al año, nuestra segunda residencia pasa a ser nuestra base de operaciones. Lugar de encuentro con amigos, de eternas siestas en el sofá y de comidas familiares. Por todo ello, es imprescindible que nuestra casa de verano esté totalmente equipada. Pero, ¿qué significa totalmente equipada? Aprende a preparar tu casa de verano con estos pequeños consejos.
En tu casa de verano, lo justo y necesario
Tu casa de verano debe ser lo más funcional posible. Si realmente quieres disfrutar del verano y no perder el tiempo limpiando y ordenando, prueba de equiparla con lo justo y necesario. Eso no significa que tu casa tenga que quedar pobre o vacía. Simplemente significa que tu casa deberá ser lo más práctica posible. Olvídate de estanterías de adorno, llenas de objetos innecesarios que sólo sirven para coger el polvo. Déjate de lámparas de techo y suelos de parquet y evita todo lo que requiera de más atención y cuidado para que puedas disfrutar del verano a tu gusto.
La decoración debe ser simple y debe primar la comodidad. Puedes equipar tu comedor con una mesa desplegable para las grandes ocasiones y completarlo con un sofá con chaise-longue, cojines y un sencillo mueble de televisión. Si todavía queda espacio, añade una mesa baja y algunos puf, sillas de diseño o taburetes para sentarse alrededor. Una sencilla lámpara de pie de intensidad regulable servirá para añadir un toque más personal al comedor. En las habitaciones, un canapé o un sofá cama, son de gran utilidad. Podrás guardar objetos sin ocupar espacio extra, o adaptar un cuarto de lectura o relax, en una habitación para invitados en pocos minutos.
Balcón, terraza o Jardín
Casi más importante que la casa de verano en sí, lo es el balcón, la terraza o el jardín. Equipar convenientemente estos espacios es un must. En verano, el calor dentro del inmueble puede ser insoportable. Para combatirlo, quizás tengamos que salir al exterior. Tener un espacio, bien iluminado, equipado con una mesa y cómodas sillas donde sentarse y reunirse puede ser nuestra salvación. No es preciso que sea algo muy grande ni ostentoso. Simplemente que se adapte al espacio del que disponemos.
¿Mar o montaña?
Puede que tu casa de verano sea un apartamento en la playa o una casa en la montaña. Es evidente, que la decoración de cada vivienda tiene que ir acorde a su ubicación y a su entorno. Los muebles restaurados, el estilo rústico y la madera natural, predominarán en los entornos más rurales. Por el contrario, en la playa, el blanco, los tonos pastel o los colores fríos como el azul serán idóneos para mezclarse con el paisaje. En la playa predominará la sencillez y en cambio, en un entorno más natural, los materiales rústicos como la madera o la piedra podrán sobrecargar algo más tu casa de verano.