La Generalitat de Catalunya recibió la Ley de Vivienda con los brazos abiertos, a diferencia de la mayoría de Comunidades, convirtiéndose en la primera en implementar sus medidas, aunque no sin trabas. No obstante, se acercan las elecciones en Cataluña -12 de mayo-, y con ellas surgen dudas acerca de cambios en esta postura. Analicemos los posibles escenarios.
Cataluña se convirtió en la primera Comunidad en adoptar las medidas de la nueva ley
La nueva Ley de Vivienda, que modificó la Ley de Arrendamientos Urbanos, no fue bien recibida por todas las Comunidades Autónomas del país, de hecho, cuatro meses después de la aprobación de la nueva Ley de Vivienda, Cataluña fue la primera, y la única, en empezar a dar pasos hacia adelante para implementarla. Cabe remarcar, que, junto con Valencia y Navarra, fueron las únicas Comunidades que quisieron acoger la ley.
Así, a día de hoy, Cataluña es la única que ha hecho efectivas las zonas tensionadas y el límite del precio del alquiler, aunque le conllevó dificultades. Estas medidas ya las contempló la Comunidad Autónoma en el pasado, aunque el Gobierno central las echó para atrás recordando que las comunidades no tienen competencia para regular por sí mismas los arrendamientos urbanos.
Todo podría cambiar si hay un cambio de color en el gobierno con las elecciones en Cataluña
La proclamación de elecciones en Cataluña para el 12 de mayo, hace tambalear toda esta base construida en torno a la incentivación y regulación del alquiler, ya que las medidas llegaron a entrar en vigor, en gran parte, gracias al impulso del actual gobierno catalán de Esquerra Republicana, pues no todos los partidos estaban de acuerdo.
A día de hoy, las tres principales fuerzas políticas son PSC, Junts per Catalunya y ERC. Así, si en las elecciones de Cataluña saliera ganador el PSC, el índice de referencia de precios del alquiler no peligraría, ya que es una medida propuesta y lanzada por el PSOE.
Sin embargo, si Junts per Catalunya llegara al poder, el límite del precio del alquiler podría desaparecer, pues el partido lo considera una medida con efectos contraproducentes.
Por su parte, si ERC consiguiera remontar y ganar las elecciones en Cataluña, pudiendo así continuar en el gobierno, claramente el índice de precios del alquiler seguiría vigente. No obstante, pedirían al Gobierno central modificarlo, incluyendo algunos criterios propios que ya plantearon durante la elaboración del mismo.
A pesar de todas estas inclinaciones y posibles escenarios, hay que tener presente que una vez implementadas las zonas tensionadas, y con ellas el límite del precio del alquiler, su vigencia es de 3 años, por tanto, sea cual sea el resultado en las próximas elecciones en Cataluña, estas medidas deberán seguir en funcionamiento, al menos, durante este período de tiempo.
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