Tanto si tienes pensado ser inquilino y buscar un alquiler como si eres propietario y quieres alquilar tu piso, es probable que te surjan dudas en torno a la fianza. En el post de hoy te vamos a presentar 4 motivos para no devolver la fianza al inquilino, y es que hay varias razones por las cuales el arrendador se puede amparar a su derecho de no devolver dicha cantidad de dinero. En este artículo vamos a detallar todas esas razones. ¡Empecemos!
¿Qué es la fianza de un alquiler?
Antes de nada, es importante saber de qué trata una fianza de un arrendamiento o alquiler. La fianza, de manera simplificada, es una garantía ante posibles impagos, daños o desperfectos que el inquilino puede llevar a cabo sobre la vivienda en la que está residiendo. Según la ley, esta fianza equivale a un mes de renta siempre que el alquiler se destine para una vivienda. En caso de que sea para un uso distinto, como un local comercial, la fianza será de dos meses.
La fianza es de carácter obligatorio, según el artículo 36 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). El abono se hace en metálico y el propietario tendrá que efectuar el depósito del dinero en el organismo competente de cada comunidad autónoma.
Motivos para no devolver la fianza
Ahora sí, veamos las diferentes razones por las cuales un propietario puede decidir no devolver el dinero de la fianza a su inquilino.
Daños en la propiedad en cuestión
En caso de que el titular de la vivienda vea daños en su propiedad que antes no estaban (antes de formalizar el alquiler), supone un gasto para él y tendrá derecho a usar el dinero de la fianza. Estos daños pueden ser muebles y/o electrodomésticos rotos, pintadas o rayadas en puertas o paredes, ventanas rotas, etc.
Propiedad sucia o en mal estado
Mantener el piso o la casa en condiciones salubres es esencial y de lo contrario puede suponer un motivo de peso para no devolver la fianza, aunque creamos que no.
Si una vivienda se encuentra muy sucia al finalizar el contrato de alquiler y el propietario tenía pensado presentarla a más gente para volver a arrendar, esta limpieza le supondrá gastos. Por ende, podrá llegar a usar dinero de la fianza para realizarlo.
Obras en la vivienda sin permiso
Un cambio en la vivienda u obras sin permiso o sin consentimiento del arrendador puede ser un motivo de peso para que el propietario decida no devolver la fianza. En ello entran cambios de la fachada, paredes, suelos, techos, mobiliario, etc.
Impagos
El impago de las rentas es una de las razones más comunes para no devolver el dinero de la fianza. El objetivo de la fianza no es compensar los impagos de las mensualidades, pero lo cierto es que es algo mucho más común de lo que parece.
¿Y si el inquilino cumple con todas sus obligaciones?
En caso de que el inquilino no haya causado motivos por los cuales no devolver la fianza y haya cumplido con todas sus obligaciones, el propietario deberá devolver la fianza, pues no habrá motivos para no devolver la fianza al inquilino. ¿Cuánto tiempo tendrá? Pues dispondrá de un mes desde la finalización del contrato de alquiler y entrega de llaves.
Devolución de la fianza: paso a paso
A continuación vamos a ver los pasos para devolver la fianza, que son los siguientes:
- Cuando el propietario ya tenga con él las llaves del inmueble y se haya firmado el contrato de finalización del alquiler, será este mismo quien tendrá que iniciar la solicitud de devolución en el organismo donde la depositó. Este organismo varía en función de cada comunidad autónoma.
- Con tal de formalizar la solicitud se tendrá que rellenar un formulario con un seguido de datos personales. Por otro lado, tendrá que aportar algunos documentos que demuestren la identidad del propietario.
- El organismo en cuestión ingresará el importe de la fianza para hacer efectiva la devolución del dinero solicitado.
- El organismo otorgará al propietario un comprobante que refleje que se ha hecho la devolución total del importe.
También es cierto que hoy en día, por norma general, estos organismos cuentan con facilidades para llevar a cabo este procedimiento de manera online, sin necesidad de desplazamientos.
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