El alquiler de una vivienda supone un contrato por el que se establece la firma para arrendar un inmueble. Este proceso legal implica una serie de obligaciones que el nuevo inquilino debe cumplir. Sin embargo, cabe la posibilidad de que se necesite más tiempo antes de que se vaya a acceder a la vivienda o que se prefiera hacer un primer acuerdo previo para que quede reservada, principalmente porque se va a residir en ella de manera inminente. Para saber si realmente merece la pena hacer un precontrato de alquiler, a continuación se detallan las características del mismo y de qué manera se regula.
¿Qué es un precontrato de alquiler?
El precontrato de alquiler se define como el acuerdo establecido entre el futuro inquilino y el propietario de la vivienda, el cual puede ser representado también a través de una inmobiliaria. La información, los datos sobre el compromiso y la firma quedan plasmados en un documento que servirá de referente y testimonio de todo el proceso.
La persona que desea alquilar el inmueble, entrega una cantidad de dinero bajo el principio de señal o concepto de arras. Esto quiere decir que deja un depósito que muestre el compromiso por parte del nuevo inquilino para que, finalmente, acceda a la vivienda en el momento que se haya previsto.
En el caso de que se incumplan las obligaciones establecidas en este precontrato, el inquilino se expone a la sanción que haya quedado estipulada desde un principio y que recoge el documento.
¿Merece la pena hacer un precontrato de alquiler?
Cuando se realiza un precontrato de alquiler es porque se tiene la seguridad de poder residir en la vivienda en un futuro próximo; es decir, se tiene la certeza de que se puede hacer el contrato definitivo más adelante.
Generalmente, si se va a firmar un precontrato es porque no hay riesgos de que se pueda perder el dinero de la señal. En el caso de que no se tenga la seguridad de que se va a residir en la vivienda próximamente, es preciso valorar los riesgos y saber que, básicamente, puede haber un alto porcentaje de posibilidades de perder la fianza depositada.
En este sentido, ¿merece la pena? Esta cuestión es personal, teniendo en cuenta que cada individuo puede saber si finalmente va a poder firmar el contrato definitivo. Algo que no se recomienda es hacer muchos precontratos con tal de tener varias viviendas de reserva. Esto puede suponer una pérdida económica muy elevada, por lo que es bueno tener la certeza de que, si se firma el precontrato, es porque hay una perspectiva favorable de que va a haber un alojamiento futuro en la vivienda.
En el propio precontrato suele aparecer la fecha para que se firme el contrato definitivo, algo que puede resultar positivo para saber el tiempo de duración del mismo, además de haber una regulación de las condiciones del contrato.
Si se cree que hay posibilidad de no poder acceder a la vivienda, entonces no merece la pena firmarlo. Todo es cuestión de hacer un balance sobre las necesidades de uno mismo y las garantías que se tienen para finalmente entrar a vivir en la casa.
Uso del precontrato de alquiler
¿De qué manera se puede utilizar el precontrato? En el caso de que se necesite resolver el contrato de otra vivienda, si se tiene que recopilar información para tramitar la documentación o si se necesita más tiempo para poder hacer una mudanza, es interesante realizar el precontrato.
También se puede dar la situación en la que la vivienda no se encuentre aún en plenas condiciones para ser habitada; es decir, si está en obras o si se quiere hacer una reforma, se puede hacer ese precontrato para que, finalmente, se resuelva satisfactoriamente para el nuevo inquilino con vista a un futuro próximo.
Al ser un documento que se firma antes del contrato definitivo, existe cierto margen de maniobra y ofrece la posibilidad de asegurar el alquiler de la vivienda que se va a tener. A grandes rasgos, es un valor seguro que da tranquilidad como para saber que hay un recurso que atestigua la reserva de la vivienda; de este modo, uno se asegura que no habrá otras terceras personas que puedan alquilarlo.
En ese sentido, se puede decir que es un elemento interesante para lograr cierta confianza y que quede todo por escrito para que no haya problemas de otros tipos, ya que los contratos verbales pueden ser vulnerados.
En definitiva, el precontrato de alquiler se convierte en un documento funcional como paso previo a un contrato de alquiler. Sí que se recomienda su firma y merece la pena en el caso de que se tenga la seguridad de que se va a entrar a vivir en la vivienda próximamente; en caso contrario, no es conveniente proceder con la firma al no haber garantías.
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