Al vender una vivienda, lo más común es estar al corriente de pago y no tener deudas pendientes, pero ¿Es imprescindible para la venta?, ¿Hay consecuencias si no se pueden saldar? Te respondemos a todo esto y más en el artículo de hoy.
Sí, puedes vender una vivienda con impuestos impagados, pero te costará más venderla
Legalmente puedes vender una vivienda teniendo impuestos por pagar, pues no existe ninguna ley que lo prohíba, pero debes tener en cuenta que supondrá una traba. Para empezar, que exista alguna deuda pendiente es un factor que echa para atrás a muchos posibles compradores, ya que se pueden encontrar con problemas en algunas gestiones posteriores.
¿Qué pasa con estas deudas pendientes? No, no quedan en el olvido, el comprador es quien deberá responsabilizarse de ellas asumiendo su pago.
¿Cuáles son las deudas que no impiden vender una vivienda?
Las deudas que no impiden vender una vivienda son:
Deudas tributarias
Como propietario tienes la obligación de estar al corriente de pago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), pero si no es así, el comprador estará obligado a pagar las cuotas de los dos últimos años.
El comprador podría comprobar si el pago de este impuesto está al día poniéndose en contacto con el Ayuntamiento local.
Deudas en la comunidad de propietarios
Esta deuda es la más frecuente al vender una vivienda, pues son muchos los propietarios que dejan de pagar los gastos de comunidad y no es muy común que los compradores lo comprueben antes de realizar la compraventa.
Si existen impagos en los gastos de comunidad tras vender la vivienda, el comprador deberá abonar el pago de las deudas del año en curso y las de los tres años anteriores.
Deudas en los suministros
Los pagos de los suministros recaen sobre la vivienda y no sobre el propietario, razón por la cual las compañías están obligadas a proveer los suministros a los nuevos propietarios. Aunque a la hora de la verdad, es posible que al querer cambiar de nombre los suministros el comprador deba abonar estas deudas para elaborar un contrato nuevo.
Deudas hipotecarias
En este aspecto la cosa cambia, porque aunque al vender la vivienda la hipoteca esté pendiente, el comprador no deberá hacerse cargo de finalizarla, aunque puede escogerlo si lo prefiere.
El vendedor podría cancelar su hipoteca y el comprador solicitar la suya propia, o este podría realizar una subrogación hipotecaria y acabar de pagar lo que queda de hipoteca si le sale a cuenta según las condiciones.
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