Aunque vender un piso siempre es una alegría, no todo son buenas noticias, también hay que gastar dinero para conseguirlo. Es cierto que es un alivio ese momento en el que te llama tu experto inmobiliario para decirte que ¡por fin! la vivienda ha sido vendida. Sin embargo, cuando vendes un piso no solo recibes una cantidad elevada de dinero, sino que también tienes que hacer frente a una serie de pagos.
Y es precisamente de este desembolso de dinero de lo que os vamos a hablar hoy en nuestro Blog. ¿Cuánto me cuesta vender el piso? ¡Empecemos!
Gastos de escritura
Como ya os hemos comentado en algunos de nuestros posts, inscribir la propiedad en el Registro de Propiedades cuesta un dinero. Ya no solo son los honorarios que cobra el registrador, sino que todo el proceso también hay que pagarlo. Los honorarios que reciben los registradores están fijados por normativa general, y dependen en parte del precio de la vivienda.
Vamos a poner un ejemplo. Si tu vivienda vale unos 50.000 euros, seguramente tendrás que pagar un precio de 420 euros al registrador. Si, por el contrario, tu vivienda es mucho más cara, de unos 400.000 euros, el valor ya incrementará a 630 €.
Como veis, todo depende de cuánto cueste tu piso en cuestión.
Gastar en los honorarios del notario
Una cosa es el registro, y otra los impuestos de notaría. Del mismo modo que ocurre con los gastos del registro de la propiedad, estos también están regulados por ley y depende del valor de la vivienda. Tal y como os explicamos, los notarios aplican un arancel fijo que estipuló el Gobierno en 1989.
Por consiguiente, si tu piso vale aproximadamente 975.000 euros, el gasto que tendrás que afrontar de notaría serán unos 875 €.
Gastar en impuestos de compraventa
Nada es gratis. Cuando te decides por vender tu piso también tienes que tener en cuenta que has de pagar una serie de impuestos como es el IRPF, el Impuesto de Plusvalía Municipal o el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales.
En cuanto al IRPF, todo depende de si vendes el inmueble por un precio superior por el que lo compraste, y en caso de ser así, tendrás que hacerlo constar en la declaración de la renta. Para calcular el IRPF por la venta de una vivienda, hay que restar el precio de venta al precio de compra.
Para concluir con todos los gastos, vamos a poner un ejemplo para visualizar de manera más sencilla cuál sería la cuantía a pagar.
Por ejemplo, en un piso de segunda mano en Barcelona, con un importe solicitado de 100.000 euros y un precio de 150.000, tendrás que gastar en total unos 16.581 euros. Es decir, unos 15.000 por el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, 400 euros por el registro, otros 750 por la notaría y otros 430 por la gestora.
Por consiguiente, tened muy claro en qué momento queréis poner a la venta vuestro piso, ya que, como podéis ver, a veces hasta vender ¡sale caro!