Muchos se encuentran en la misma situación a la hora de conseguir una hipoteca en buenas condiciones, ¿cómo afrontar la entrada de una hipoteca? Y es que solicitar un préstamo hipotecario requiere de la validación por parte de la entidad sobre si somos aptos o no y conlleva una serie de gastos. Y quizás por eso pienses que pedir un préstamo personal para completar tu hipoteca puede ser una buena opción. Te contamos todo lo que tienes que tener en cuenta. Desde Housfy, te ayudamos a encontrar la mejor hipoteca que se adapte a tus necesidades. Rápido, fácil y con los mejores expertos a tu disposición. ¡Adelante!
Tu perfil financiero es clave para asumir los gastos
Normalmente, una de las dificultades que surgen al comprar una vivienda es el gasto inicial que hay que afrontar. Esto supone una cantidad importante que desembolsar de la que no todos disponen, o al menos, no en su totalidad. Y es que por si fuera poco, a esto hay que sumarle que los bancos, por lo general, ofrecen una financiación del 80 % del valor de la adquisición.
Esta situación nos deja con la necesidad de aportar el 20 % restante. Por lo que, lo más ideal es contar los ahorros que necesitas antes de iniciar los trámites. Pero, además hay que asumir los gastos de contratar una hipoteca, y que estos pueden suponer el 10 % del precio del inmueble.
Todo ello puede implicar que sea mucho más complicado lidiar con los pagos de tu préstamo hipotecario y por eso te hayas planteado pedir un préstamo personal para completar la hipoteca. Puede que sea una opción viable, aunque también dependerá de capacidad financiera, pero sobre todo conlleva enfrentarse un mayor riesgo de sobreendeudamiento.
A continuación te dejamos los puntos que deben considerar para tener un buen perfil:
- Contar con un trabajo estable y cierta antigüedad.
- Disponer de un buen nivel de ingresos.
- Un excelente historial crediticio.
- Ofrecer en caso de que sea necesario un avalista.
- Disponer de unos ahorros.
¿Es recomendable un préstamo personal para completar tu hipoteca?
Cada vez más son quienes compensan la falta de ahorros con la contratación de un préstamo hipotecario, ¿hasta qué punto es una buena idea? Pues bien, en caso de que sea tu única opción deberás tener en cuenta que ninguna entidad te concederá un préstamo en caso de que se especifique que es para financiar esa entrada.
De manera que, no se podrá solicitar con el mismo banco con el que vayas a solicitar la hipoteca. Ya que al sospechar que es para ese propósito denegarían la operación. Esto podría suceder cuando la entidad financiera consulte tu historial crediticio, en la Central de Información de Riesgos del Banco de España.
Por lo tanto, la única alternativa es pedir ese crédito a otro banco que no requiere justificación del uso que le vas a dar al dinero. No es lo más recomendable pedir una hipoteca sin ahorros, y peor aún es hacerlo aportando ese 20 % o 30 % con un sobreendeudamiento elevado.
Lo mejor es que tengas un control de tu economía y prever si es posible los futuros gastos. Por eso una herramienta que te ayudará será el simulador de gastos de la hipoteca. Realizando este cálculo podrás hacerte una idea de cuánto será la cuota que pagarías.
Existe un mayor riesgo de endeudarte
Tienes que considerar que este tipo de práctica significa correr un mayor riesgo de endeudamiento. Ya que estarías asumiendo dos cuotas: la de la hipoteca y la del crédito. Y la de este último podría ser más elevada, pese a que el capital es más inferior a la de la hipoteca, los préstamos personales tienen un tipo de interés más alto. De media un 7 % de interés y los plazos de amortización pueden ser de hasta 8 o 10 años como mucho.
Si finalmente optas por esta vía, deberás asegurarte de no dedicar más del 35 % del sueldo mensual neto al pago de ambas mensualidades. Porque superar este porcentaje supone un endeudamiento excesivo que aumenta exponencialmente el riesgo de morosidad.
Alternativas para no pedir un préstamo personal para completar la hipoteca
En estos supuestos puedes conseguir una hipoteca 100, aunque no siempre es fácil y en muchas ocasiones son más complicadas de conseguir. Implican también más riesgo de impago y otros hándicaps como la necesidad de contratar algún otro tipo de producto, tipos de interés más altos, plazos de amortización más amplios, etc.
Contar con un perfil solvente y sin deudas es la principal ventaja para conseguir este tipo de préstamo hipotecario. Aunque en algunos casos se recomienda la ayuda de un bróker hipotecario para que negocie con la entidad las condiciones más favorables que te puedan beneficiar.