El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha anunciado dos medidas del “Pla Viure” que fomentarán el acceso a la vivienda de cara a 2028. Se suprimirán hasta 10.000 pisos turísticos en la ciudad para convertirlos en residenciales, y se reformula la reserva del 30% del espacio para vivienda social, con tal de que haya más promotoras implicadas en la acción.
Para 2028 se eliminarán 10.000 pisos turísticos, y a partir de 2029 todos ellos
El alcalde Jaume Collboni ha anunciado la voluntad de querer acabar con el concepto de piso turístico en la ciudad de Barcelona. Para ello, en los próximos 4 años (hasta noviembre de 2028) se eliminarán un total de 10.000 pisos turísticos, y, además, a partir de 2029 se buscará que “desaparezca la figura del piso turístico en Barcelona tal y como se conoce hoy”, ha asegurado Collboni.
Estos pisos turísticos pasarán a ser residenciales, con el objetivo de aumentar la oferta de vivienda en el mercado. La Generalitat demanda a los Ayuntamientos locales redactar, en este margen de tiempo, un plan urbanístico que dicte cuántos pisos turísticos acepta ubicar.
El alcalde ha recordado el grave problema de acceso a la vivienda que se vive actualmente, sobre todo para la gente joven, que asegura que relaciona independizarse con irse de la ciudad.
Según sus datos aportados en la rueda de prensa, el precio de la vivienda ha aumentado un 68% en Barcelona en los últimos 10 años, mientras que el crecimiento de la venta y alquiler de viviendas ha sido mucho menos. Esto es debido a la gran falta de capacidad que tiene la ciudadanía catalana de poder arrendar o comprar una vivienda en la ciudad condal.
Además, a partir de 2029 se pretende erradicar el concepto actual de piso turístico. La teniente alcalde de Urbanismo, Laia Bonet, ha afirmado que “estas actividades acabarán su vida útil y en la revisión no habrá la categoría de pisos turísticos”. Para los propietarios de estos pisos, ha explicado que los 4 años deben actuar como indemnización.
Se reforma la medida del 30% de vivienda pública
Se reformula la actual norma urbanística ante las quejas de promotores que ha provocado, ya que les obliga a destinar el 30% de las viviendas que realicen en obra nueva o grandes rehabilitaciones en edificios de más de 600 m² al alquiler social.
El objetivo es incentivar la oferta de estas viviendas en todos los barrios de la ciudad y no solo en la periferia, y para ello, se ha propuesto poder agrupar la reserva de vivienda social en un solo edificio del mismo barrio. Así, los promotores sociales podrán llevar a cabo nuevas edificaciones protegidas y estas viviendas tengan mayor salida.
Estas medidas quedan a la espera de la aprobación en el pleno
Para llevar a cabo las medidas explicadas, Collboni necesitará apoyo político en el pleno, hecho que a priori parece muy factible dados los posicionamientos de los partidos políticos al respecto.
Collboni ha defendido que el “Pla Viure reunirá de forma transversal todas las políticas y actuaciones que hará el gobierno para favorecer el acceso a la vivienda”.
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