La etiqueta energética es un tipo de información que contienen los datos necesarios para conocer el consumo y la eficiencia energética que dispone una vivienda. Sin duda es imprescindible para conocer qué tipo de electrodomésticos podrás colocar en tu piso o casa.
Se trata de una etiqueta que debe ser exhibida obligatoriamente por parte de los fabricantes en todos los electrodomésticos que estén puestos a la venta. De esta manera, los clientes sabrán qué tipo de electrodomésticos son adecuados para sus viviendas y con cuáles pueden ahorrar consumo.
Todo lo que necesita saber sobre una etiqueta energética
Existen diferentes tipos de electrodomésticos que contienen este tipo de etiqueta, entre los que encontramos, los frigoríficos y congeladora, donde la etiqueta va a informar sobre la capacidad de almacenar en litros; las lavadoras, donde se informa sobre del peso en kilos de lavado; el lavavajillas, cuya etiqueta informa sobre la capacidad de cubiertos y su eficacia de secado o, también, la secadora, entre otros electrodomésticos.
¿Dónde se encuentra esta etiqueta?
En los electrodomésticos, la etiqueta deberá estar en un sitio visible. Si nos referimos a un inmueble, en cambio, la etiqueta energética la encontraremos en la ficha de cada inmueble.
¿Qué aparece en la etiqueta energética?
La información depende si hacemos alusión a la etiqueta energética de un inmueble o de un electrodoméstico.
Si comenzamos hablando de la etiqueta del inmueble, en la parte de arriba la normativa vigente, la referencia catastral, el tipo de edificio y la ubicación del inmueble. En la parte inferior, sin embargo, encontraremos el consumo de energía. Se trata del valor más importante ya que influye a las facturas de electricidad. Asimismo, aparecerá las emisiones de CO2. Es decir, a través de un estudio del hogar, se miden las emisiones de CO2 que se pueden introducir en la atmósfera.
Pero, si hablamos, en cambio, de un electrodoméstico, la información de la etiqueta energética es diferente. En este caso, en la parte de arriba encontramos el fabricante y el modelo del electrodoméstico. Justo debajo está la clase energética, cuya clase puede ir de la A*** a la D, siendo la A*** la máxima calidad. Además, en la parte inferior, en caso de que sea, por ejemplo, un lavavajillas, encontramos el consumo de energía kWh al año, el ruido en decibelios, la capacidad en nº de cubiertos, la clase de secado y el consumo de agua.
¿Qué requisitos deben cumplir las etiquetas energéticas?
A la hora de implantar una etiqueta energética hay que tener en cuenta que todas deben tener un diseño específico. En primer lugar, todas las etiquetas tendrán que medir como mínimo 190 mm de ancho y 270 mm de alto. Además, el fondo tiene que ser blanco para que se lea con claridad y los colores que se utilicen para especificar la energía serán el cian, el magenta, el amarillo y el negro.
En segundo lugar, el idioma. El certificado podrá ser válido en todas las lenguas oficiales.
Además, cumplirá con una serie de requisitos estéticos como el reborde de la etiqueta, la esquina de la etiqueta, el borde inferior de la etiqueta, o el título.
¿Quién realiza el certificado energético?
Para obtener la etiqueta energética, es imprescindible que se realice un estudio energético de la vivienda. Según el real decreto 235/2013, quienes tienen la capacidad de hacer la inspección son los técnicos competentes que tengan titulaciones académicas en la redacción de proyectos o en la dirección o edificación de obras. Por consiguiente, las personas que estarían en disposición de hacerlo son los arquitectos, arquitectos técnicos y los aparejadores.