Ampliar el plazo de tu hipoteca puede reducir directamente el dinero que pagas por ella cada mes, pues te comprometes a pagar el préstamo durante más años. Hay diversas formas para hacerlo y también requisitos y condiciones. Te los detallamos a continuación para que puedas tenerlos en cuenta a la hora de mejorar tu hipoteca.
¿Por qué ampliar el plazo de mi hipoteca?
Hay un motivo principal por el que la gente decide ampliar el plazo de su hipoteca: ir un poquito más holgado a la hora de pagar las cuotas.
Al alargar el plazo de tu hipoteca, lo que haces es repartir el capital total a devolver durante más años, por lo que se reduce la cantidad de dinero a devolver cada mes.
¡Advertencia! Esto te puede ayudar a pasar un momento complicado con tus finanzas. Sin embargo, a largo plazo estarás pagando más dinero en intereses de hipoteca.
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Requisitos para ampliar el plazo de tu hipoteca
Antes de entrar en materia, deberás saber que para que un banco te conceda una ampliación del plazo de tu hipoteca debes cumplir estas condiciones:
- Estar al día de pago. En caso de que hayas tenido algún retraso con tus cuotas, tendrás menos puntos para que te aprueben una ampliación.
- El nuevo plazo no puede superar los 30 años por norma general. Quizá algún banco te permite alargarlo hasta los 40 años, aunque es algo inusual.
- La suma del nuevo plazo de la hipoteca y tu edad no pueden exceder de los 75 años (o los 80 en algunos bancos, como el Santander).
- Condiciones laborales. Debes poder demostrar que tu situación laboral es favorable o, al menos, es la misma que en el momento de contratación de la hipoteca.
¿Cómo ampliar el plazo de una hipoteca?
Se puede ampliar el plazo de la hipoteca de varias formas. Estas son las más comunes:
- Novación. Este procedimiento consiste en volver a negociar con tu banco algunas de las condiciones de tu préstamo, como el plazo de amortización. Por ley, este coste no puede superar el 0,1 % sobre el capital pendiente de amortizar.
- Subrogación. Se trata de cambiar tu hipoteca a otro banco que te ofrezca un plazo de hipoteca más largo. Esto puede tener una comisión (si así lo estipula tu contrato) que puede ascender hasta el 2 %.
- Rehipotecar tu casa. Esto implica solicitar una nueva hipoteca con mayor plazo para luego cancelar la hipoteca actual. Puede ser una buena opción si encuentras una hipoteca que te ofrezca condiciones mucho más favorables, aunque puede salirte más caro, al tener que asumir posibles gastos de cancelación, comisiones por amortización anticipada y gastos de apertura de la nueva hipoteca.
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Ampliar el capital de tu hipoteca
Si tienes que afrontar nuevos gastos, también es posible ampliar el capital de tu hipoteca para hacer una reforma o reunificar tus deudas. En esos casos debes tener en cuenta, además, los siguientes requisitos:
- Tu situación financiera te tiene que permitir poder asumir las nuevas cuotas.
- El nuevo importe no podrá superar el 80 % del valor de tasación de tu vivienda, en la mayoría de los casos.
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