En el bajo de la calle Doedes 72 de Arenys de Mar se encuentra la casa maldita. La muerte ha sido el invitado sorpresa de aquellos que han vivido en ella. Según los propios vecinos, hasta 4 personas han perdido la vida en la misma vivienda, la mayoría de forma traumática. La última víctima, fue Maria José, quien murió asesinada a manos de su propio hijo.
Hace ya años, un hombre murió ahorcado en el mismo domicilio. Desde entonces la hija de otra propietaria, murió en un trágico accidente de coche y otra mujer que vivía en el mismo número 72 perdió su vida al no superar un cáncer terminal. Tras el parricidio sucedido hace poco más de un mes, en el barrio, no se habla de otra cosa que de la casa maldita y no es de extrañar que cueste encontrar a un nuevo comprador.
Los rumores sobre asesinatos, muerte y energías negativas, acompañarán para siempre una casa maldita.
Desde luego, este hecho influye a la hora de vender casa ya que no todo el mundo está dispuesto a correr el riesgo. Creas o no creas en los fenómenos paranormales, la muerte echa para atrás a muchos compradores. No vaya a ser que no sea sólo una mera casualidad…
Sin embargo, no todo está perdido. Si no queremos que la venta también esté maldita, contar la verdad e ir de cara será la solución. En el mundo hay gente para todo, y existe un público morboso o escéptico, que se quedaría con la vivienda sin pensárselo demasiado. Dar a conocer el caso y el misterio que rodea la casa maldita puede dar sus frutos y eso es lo que hizo el propietario del hotel El Parador de Cardona.
Según cuentan los mismos propietarios, la habitación 712 de este precioso Castillo convertido en hotel está maldita. Tras las quejas de muchos clientes que decían no haber podido dormir y oír ruidos extraños, movimientos, o voces, la habitación quedó clausurada al público. Ahora sólo se abre a expresa petición de los clientes que quieran hospedarse allí. Según cuenta la leyenda, en el siglo XI una joven cristiana se enamoró de un musulmán y su padre la condenó encerrándola el resto de sus días en el castillo hasta morir de pena. Se dice que todos los fenómenos paranormales que se dan en la habitación son debidos a la presencia de su alma.
Quienes se alojan hoy en día a la habitación 712 van a buscar una experiencia distinta. Desde luego no son clientes convencionales, pero son clientes que van allí adrede para comprobar si lo que se dice es cierto. Muchos aseguran haber oído moverse muebles en el piso de arriba, pero en el piso de arriba nunca hay nadie. También han oído abrirse grifos e incluso algunos afirman haber tenido apariciones. Estos huéspedes están dispuestos a pagar lo mismo que pagaría una pareja por alojarse en cualquier otra habitación o incluso más por dormir en la 712. Lo mismo puede pasar al vender una casa maldita. Una buena estrategia de Marketing de lo paranormal, podría dar con el cliente dispuesto a comprar piso y a quedarse con el bajo del 72 de la calle Doedes. Lo que no te podemos asegurar es, por cuánto tiempo…