Comprar una vivienda es una de las decisiones más importantes a lo largo de nuestra vida. Por este motivo, es fundamental conocer todos los métodos de financiación que existen para elegir el que sea más adecuado para cada situación. Conocemos los tipos de préstamo hipotecario tradicionales, pero existen otras alternativas, como es el leasing inmobiliario. Así que, si estás pensando en pedir una hipoteca y aún no conoces este concepto, no te preocupes porque a continuación te contamos qué es el leasing inmobiliario y cómo funciona.
¿Qué es el leasing inmobiliario al vender tu piso?
Cuando hablamos de una inmobiliaria con leasing, nos referimos a una agencia que ofrece un contrato de alquiler con opción a compra. En esencia, se trata de una alternativa al tradicional préstamo hipotecario para empresas, autónomos o particulares.
De esta forma, permite a un comprador potencial la posibilidad de alquilar tu piso durante un tiempo determinado, para después poder adquirirlo. Esto sería una vez finalice el contrato y con un precio acordado previamente.
Este método es ideal para aquellos compradores que no pueden permitirse adquirir el hogar al momento, pudiendo ahorrar más tiempo de cara a la futura compra. No obstante, puede afectar a la venta del inmueble, limitando el número de clientes interesados y generando alguna que otra duda sobre la capacidad de financiación del comprador.
Este método de financiación está en auge, ya que los inversores particulares ven una mayor flexibilidad y unas mejores condiciones para conseguir el inmueble deseado.
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¿Cómo funciona?
Para entender el concepto, debemos saber que guarda muchas similitudes con los pisos de alquiler con opción a compra. En este caso, el arrendador cede al arrendatario el uso del activo a cambio del pago de unas cuotas periódicas, que incluyen unos intereses.
En el momento en que el contrato de leasing inmobiliario finaliza, es decir, se acaba el plazo estipulado previamente, el arrendador tiene dos opciones: comprar el inmueble o devolverlo. En el primer caso, si decides adquirir el inmueble, debes abonar la diferencia entre el precio total de la propiedad y el dinero pagado en concepto de alquiler mediante las cuotas periódicas. Por lo tanto, llegados a este punto, probablemente se estudien otras formas de financiación para acabar de adquirir el inmueble, que, por norma general, se trata de una hipoteca.
Las cuotas del leasing inmobiliario, al igual que las hipotecas, pueden ser fijas o variables e incluyen el pago de intereses e impuestos. Se trata de unas cuotas más flexibles que varían en función del estado de la propiedad.
Tres agentes
Por lo tanto, cuando hablamos de leasing inmobiliario hay que tener en cuenta tres sujetos que participan en el proceso:
- Vendedor. Es la persona que decide vender el inmueble.
- Arrendatario. La empresa, el autónomo o particular que precisa el uso de la propiedad.
- Sociedad de arrendamiento financiero. Quién financia la adquisición del inmueble y cede su uso al arrendatario.
Ventajas del leasing inmobiliario
El modelo de leasing inmobiliario ofrece muchas ventajas para empresas y autónomos. Principalmente, porque es accesible, no requiere ninguna inversión inicial, puesto que el pago se hace mediante cuotas periódicas, como en el caso de un alquiler. Además, ofrece una financiación 100, a diferencia de la mayoría de hipotecas que solo financian un 80% de la vivienda.
A continuación, detallamos algunos de los beneficios que ofrece el leasing inmobiliario:
- Ventajas fiscales. Permite aplazar y ahorrar en el pago de impuestos, así como deducir del IVA.
- Rápido. Es un proceso que se tramita más rápido que una compraventa convencional.
- Precio fijo. En el momento inicial se firma un contrato con un precio establecido, por lo tanto, se mantienen las condiciones por un periodo de tiempo prolongado. En el caso de una empresa, esto sirve para planificar las finanzas del negocio y dejar margen para los movimientos del Euribor.
- Cuotas flexibles. Puedes elegir entre cuotas a tipo fijo o variables, prepagables y estacionales.
- Compatible con líneas de financiación pública. Como los créditos ICO o los préstamos del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Desventajas del leasing inmobiliario
Del mismo modo, el leasing inmobiliario también conlleva algunos inconvenientes que debes tener en cuenta. A continuación os contamos los más relevantes:
- Titularidad. El arrendatario no es propietario del inmueble hasta que finaliza el contrato y decide acabar de adquirirlo.
- No incluye servicios adicionales. Puedes necesitar seguro o mantenimiento, que deberás contratar por separado.
- Cancelación. Si decides finalizar con el contrato, deberás abonar una penalización.
- Empresas y autónomos. Es un modelo enfocado a fines mercantiles. En caso de ser un particular, será difícil beneficiarte de este modelo de financiación.
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Diferencia entre leasing inmobiliario y alquiler con opción a compra
Es lógico relacionar ambos conceptos, no obstante, la diferencia principal es el trato contable que reciben. El leasing inmobiliario es similar a la compra de un bien, mediante un préstamo hipotecario, en el cual, la garantía es la misma propiedad. De modo que se analiza como si fuera una compraventa. En cambio, en el alquiler con opción a compra, la propiedad siempre le pertenece al dueño original.
Por lo tanto, si estás pensando en adquirir un inmueble, es importante conocer los diferentes tipos de financiación. Comparar si te sale a cuenta el leasing inmobiliario, o, por lo contrario, es mejor pedir una hipoteca convencional. En Housfy Hipotecas, contamos con los mejores brókeres hipotecarios que te ayudarán y negociarán las condiciones más adecuadas para ti ¡No dudes en contactarnos!