Tras un divorcio con vivienda e hipoteca compartida, si esta pasa a pertenecer solo a uno de los dos excónyuges, la mejor opción es realizar una subrogación de la hipoteca para hacerlo constar. Te ahorrará dinero y discusiones.
¿En qué consiste una subrogación de hipoteca?
La subrogación de hipoteca es la operación mediante la cual se realiza un cambio de deudor o de acreedor del préstamo hipotecario. Cuando se tiene que modificar el o los titulares de un préstamo, como en el caso que tratamos hoy, la subrogación es de deudor.
Así, se puede modificar tanto el número de titulares como su identidad.
¡Ojo! 👀 Se pueden realizar los dos tipos de subrogación de hipoteca a la vez, al cambiar el préstamo de entidad financiera y a su vez, de titular.
El proceso de subrogación de hipoteca es sencillo, pero necesita aprobación del banco
Realizar una subrogación de hipoteca para cambiar el titular es un proceso sencillo, el único requisito es cumplir las expectativas de solvencia de la entidad bancaria, ya que deberá aprobar la operación.
Pasos a seguir para la subrogación de hipoteca
Los pasos que deberás seguir son:
1. Negociar con el banco la subrogación de la hipoteca
La hipoteca está financiada por la entidad bancaria, así que se le debe comunicar la intención de modificar los titulares, y, al ser estos los responsables de los pagos, deben estudiar el riesgo del cambio, razón por la cual llevarán a cabo un análisis del perfil del futuro único titular.
Debes tener en cuenta que pasar a tener solo un titular supone una menor garantía de pago, por lo que el banco podría rechazar la subrogación de la hipoteca. Asimismo, aún estar dispuesta a aceptar la operación, lo más probable es que imponga unas nuevas condiciones en el contrato para conseguir que le aporten una mayor seguridad.
2. Ejecutar una extinción del condominio
Una hipoteca con dos titulares implica una copropiedad, por lo que deberá llevarse a cabo una extinción de condominio para ponerle fin. Esta acción consiste en la disolución de la propiedad común de un bien, es decir, pasar de dos o múltiples propietarios, a uno. Existen dos maneras de realizarla: mediante un acuerdo amistoso o un procedimiento judicial que acaba, mayormente, en subasta pública del inmueble.
En este caso, al querer realizar una subrogación de hipoteca, operación a la que se llega de mutuo acuerdo, no es preciso un procedimiento judicial.
3. Realizar una novación en la hipoteca
Una novación de hipoteca no es ni menos que la modificación de las condiciones del préstamo en vigor con la misma entidad financiera. Se cambiará de manera oficial la titularidad del préstamo de la vivienda en el contrato.
4. Pagar los gastos correspondientes
Las dos operaciones anteriores, la extinción de condominio y la novación, conllevan unos gastos e impuestos. En la notaría se deberán abonar los importes correspondientes, así como los costes por la tramitación de la gestoría.
5. Cambiar la titularidad del inmueble en el Registro
Una vez realizada la subrogación de hipoteca, solo uno de los excónyuges es el titular del préstamo, pero para ser el único propietario del inmueble se deberá cambiar también en el Registro de la Propiedad.
La mejor opción es contar con ayuda profesional
Cualquier acción inmobiliaria y financiera es recomendable tramitarla con ayuda profesional, no solo para agilizar el proceso, sino también para poder contar con la visión y apoyo de un experto en el sector.
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