Hay quienes sólo quieren una vivienda para vivir y quienes la quieren para invertir. Los segundos son los que van más allá y ven la vivienda cómo una fuente de ingresos. Invertir en vivienda es uno de los negocios más clásicos y antiguos de todos, pero, hoy por hoy ¿es un valor seguro?
Encuentra tu vivienda para invertir
Crisis inmobiliaria
Todos los mercados fluctúan y el mercado inmobiliario no se salva. Lo vivimos ya en 2008. Tras una fuerte y duradera crecida de los precios de la vivienda, la burbuja petó y su valor cayó en picado. Todos aquellos que pensaron en invertir en vivienda y se endeudaron pensando que, a malas, podrían vender a un mejor precio se equivocaron. La economía colapsó y hoy en día, los precios medios de la vivienda todavía siguen por debajo de los valores alcanzados a finales de 2007.
Esta es la parte triste de la historia, pero siempre existe la otra cara de la moneda. Aquellos que compraron a principios de los 90 y vendieron en 2005, tuvieron suerte y se llenaron los bolsillos al invertir en vivienda. Si compraste un piso en 2014, hoy en día podrías vender el piso por un valor más alto. Invertir es un juego y todo juego tiene sus riesgos, pero quizás de todas las inversiones, la vivienda sea la más segura. Vamos a verlo.
Invertir en vivienda: Rendimiento inmediato
La parte del negocio que hemos visto por el momento es la compraventa pura y dura. Sin embargo, existen otras modalidades o variantes para invertir en vivienda. Entre estas, está muy de moda, invertir en pisos para reformar. Se compra una vivienda para reformar a un precio más bajo que el de mercado, se invierte una cantidad de dinero sustancial en reformarlo y se vende más caro. ¿Los beneficios? La diferencia entre el precio de compra y el de venta, menos lo gastado en la reforma.
Beneficios = Precio de venta – Precio de compra – Gastos en reforma
Si el piso que se compra ya está reformado, existe otra variante de inversión que pretende sacarle un rendimiento inmediato. El alquiler. Tras comprarla sólo hace falta encontrar a un inquilino que quiera entrar a vivir y listos. Ingresos garantizados durante un tiempo determinado. Evidentemente no es todo tan fácil como lo pintamos. Alquilar un piso requiere ciertos compromisos y obligaciones como propietario. Por suerte, la demanda de alquiler en las grandes ciudades está a la orden del día y el negocio está servido.
Boom del alquiler
Hoy por hoy, invertir en vivienda para alquilar es un valor seguro. Por lo menos en las grandes ciudades y sus alrededores. El boom migratorio del campo a la ciudad y la centralización de la actividad económica en pocos núcleos ha hecho que la demanda de alquiler en las grandes ciudades se dispare. Si al aumento de la demanda le sumamos, la disminución de oferta, debido a la proliferación de pisos turísticos, el resultado es evidente. Un aumento de precios del alquiler fuera de lo normal.
Menos competencia de compra
Una de las ventajas que tiene invertir en vivienda para alquilar puede ser que en algunos casos la vivienda puede estar a un precio más competitivo. Si hay una vivienda en venta, con un contrato de alquiler a largo plazo en vigor, el inquilino tiene el derecho de quedarse en la casa, aún cambiando de propietario. Esto elimina de la competencia para comprar el piso a todos aquellos que lo busquen para vivir inmediatamente. Por ello, al no tener tanta demanda, los precios de un piso con contrato de alquiler puede que sean algo más ajustados. Sin duda, una oportunidad para invertir en vivienda, ya que además de comprarla más barata generaría inmediatamente unos rendimientos para el inversor.
Invertir en vivienda vs otras inversiones
No sabemos que sorpresas nos deparará el mercado. No sabemos si habrá una nueva crisis inmobiliaria o del alquiler. Lo que está claro, es que ahora, el negocio está allí, aunque su fecha de caducidad sea una incógnita. Sin embargo, como hemos visto, invertir en vivienda ofrece un sinfín de posibilidades fuera del alquiler convencional. Alquiler temporal para turistas, compraventa, reforma y venta…
Si pensamos en el largo plazo, y no sólo en los rendimientos cortoplacistas, la vivienda siempre genera negocio y como bien inmueble es mucho menos efímero que una acción, un fondo de inversión o un bono. De entre todas las inversiones, la vivienda es sin duda, un valor seguro.