Ser usufructuario de un inmueble suele plantear bastantes dudas respecto lo que puedes o no hacer con la propiedad. Un usufructo se define como el derecho de uso y disfrute de unos bienes sin tener los derechos de propiedad. Hoy veremos, si se puede vender una casa con usufructo, teniendo en cuenta ambas partes: propietario y usufructuario.
La clave de este tipo de operación es, primero, que ambas partes estén de acuerdo con la venta, ya que el usufructuario no tiene derechos de venta y el propietario no puede vender y echar al usufructuario.
Vender casa con usufructuario
Para vender la casa con usufructo podemos ver los dos casos más generales, aunque luego puedan existir particularidades.
Se puede vender una casa con usufructo y la nuda propiedad
En este caso el usufructuario vendería el inmueble, pero manteniendo el usufructo. Es decir, que el comprador sería el nuevo propietario pero no podría dar uso ni sacar rentabilidad a corto plazo. Podemos deducir, que es poco frecuente y es muy complicado encontrar una situación en que a un comprador le pueda interesar esta condición, pero no es imposible.
Lo más frecuente es que los usufructuarios sean personas de la tercera edad, que necesitan liquidez porque con la pensión no es suficiente pero, a la vez, quieren mantener su hogar hasta el fallecimiento. Por otro lado, el comprador más recurrente para este tipo de inmuebles son inversores, normalmente las viviendas con usufructuarios son más baratas. Se trata de una inversión a largo plazo, pero que puede terminar dando buenos beneficios.
¿Puedo vender si no tengo la nuda propiedad?
El caso anterior sería el más sencillo, en el que el usufructuario y la nuda propiedad pertenece a la misma persona. Pero es posible que en una herencia, sobre todo cuando no se redacta un testamento, la propiedad la heredan por derecho los descendientes y el usufructo es para el viudo o la viuda.
La venta de la propiedad, en este caso, es bastante similar, el comprador sería el propietario pero no podría ni usar ni disfrutar de la casa. Lo que se diferencia en este caso es que el usufructuario y la nuda propiedad no pertenecen a la misma persona, pero mientras se mantenga el usufructo se podrá realizar la venta del inmueble.
Otra opción sería que el mismo usufructuario estuviese interesado en mudarse y cediese el usufructo a los propietarios. En caso de hacer este trámite, los que tienen la nuda propiedad tendrían que pagar un mínimo del 10% del valor de la vivienda al usufructuario. Este caso, facilitaría la venta del inmueble, podría venderse con mejores condiciones y las opciones de encontrar un comprador aumentarían.
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