Si vas a vender tu casa o a solicitar una hipoteca para comprar una, te interesará realizar una tasación de la vivienda. En el blog de hoy te explicamos los motivos y ventajas de llevarla a cabo, y las consideraciones que deberás tener en cuenta.
La tasación de una vivienda es obligatoria para comprar y recomendable para vender
La tasación de una vivienda es la operación mediante la cual se establece el precio de mercado de dicho inmueble. Para ello, un tasador profesional realiza una visita y toma en consideración distintos aspectos del domicilio para realizar un informe, entre ellos:
- La ubicación de la vivienda.
- La situación del inmueble (orientación, altura del piso…).
- El estado de conservación.
- La iluminación.
- La superficie y distribución (€/m², distribución, espacios adicionales como trastero, garaje…).
- La existencia o no de ascensor.
- El tipo de ventanas.
- La calidad de los materiales usados para la construcción.
- La antigüedad del domicilio.
- Si se trata de un edificio: El aspecto y estado de la fachada, si ha pasado la Inspección Técnica de Edificios (ITE) y si cuenta con alguna rehabilitación y cuándo fue la última.
El informe resultante acreditará el valor del inmueble, un importe imprescindible a conocer para varias operaciones inmobiliarias: ayuda a un propietario a vender su vivienda a un precio atractivo, pero rentable, y a un comprador a conseguir una hipoteca, ya que es uno de los requisitos que solicita el banco.
La tasación de vivienda es servicio no cuenta con un precio fijo, sino que varía en función de la ubicación de la vivienda y la información extra que necesite el profesional. No obstante, la media de precio oscila entre 100 y 500 euros.
Consideraciones en una tasación de vivienda
Para realizar una tasación de tu vivienda, el tasador te solicitará la nota simple y la escritura del inmueble, documentos que comprobará que coincidan con los datos del catastro y del Ayuntamiento correspondiente.
Asimismo, comprobará por su cuenta la existencia y validez de otros documentos como la ficha catastral, los planos del inmueble, la cédula de habitabilidad o licencia de primera ocupación o el certificado de eficiencia energética.
Una vez corroborado todo ello, procederá a la tasación. Primeramente, realizará una visita y un primer estudio tomando fotografías y revisando los planos. A continuación, compara la vivienda con otras similares en la misma zona. El siguiente paso es verificar que la finca registral del piso es correcta y no haya ninguna ilegalidad urbanística. Finalmente, y después de entre 48 y 72 horas, emitirá el informe.
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