Hay muchas cosas en las que fijarse cuando queremos contratar una hipoteca para comprar la casa de nuestros sueños. Pero ten especial cuidado cuando solamente te hablan de la cuota de la hipoteca y mencionan el resto de las características sin entrar al detalle. La cuota no define a la hipoteca, pero puede ser un gancho para hacerla más atractiva.
Una cuota hipotecaria por cada situación
Al final, la cuota de la hipoteca queda definida en función del importe que solicites, el plazo al que quieras (y puedas) devolverla, los seguros y otras vinculaciones con gastos, el interés y el diferencial al que esté referenciada tu hipoteca si es variable (normalmente euríbor o IRPH). Cuotas hipotecarias más bajas no implica hipotecas más baratas, pero sí son importantes para saber a qué tipo de hipoteca podremos hacer frente:
Cuota hipoteca alta para un plazo corto, apto para bolsillos llenos
Las hipotecas con plazos más cortos como 10 o 15 años son las que suelen tener mejores condiciones de contratación. Los intereses serán más bajos, la hipoteca final más barata y puedes encontrarte con hipotecas fijas que resulten casi tan ventajosas como las variables.
Sin embargo, un plazo corto implica cuotas muy altas que no todo el mundo puede permitirse. El banco solamente concederá este tipo de hipotecas con cuotas altas a perfiles muy buenos, con sueldos muy elevados y pocas deudas.
Cuotas altas de hipoteca para plazos largos, ¿es buena compra?
Si la cuota hipotecaria final con un plazo largo sigue quedando demasiado alta, estamos ante una hipoteca que quizá deberíamos replantearnos. Este sería el caso de las casas de importes muy elevados que, pese a ampliar el plazo a 30 o 40 años, siguen implicando cuotas apenas asumibles.
Solamente serían interesantes para aquellos perfiles con finanzas más desahogadas y, aun así, deberían plantearse si esa es la inversión óptima para ellos.
Cuota hipoteca baja para un plazo corto, apto para grandes ahorros
Conseguir que tu cuota hipotecaria sea baja muchas veces implica reducir el plazo de devolución de la hipoteca. Esto suele conllevar pagar una parte importante de la casa más los gastos con nuestros ahorros. De esa forma la hipoteca mensual que nos quede será muy asumible para nuestros bolsillos y nos aseguramos poder hacerle frente también en las vacas flacas.
Por contra, nuestros ahorros se ven mermados de golpe y tendremos que ser capaces de planificar muy bien nuestras finanzas.
Cuotas bajas hipotecarias y plazo largo, la opción más habitual
La opción predilecta hoy en día es hacer una compra de vivienda convencional donde pidamos una hipoteca que cubra entre el 80% y el 100% del valor del inmueble y por el mayor plazo posible. Este sería el caso de las hipotecas a 30 años, donde las cuotas hipotecarias suelen ser inferiores al pago de un alquiler mensual.
También es la opción predilecta de aquellos que quieren comprar una vivienda para invertir, ya que pueden comprar con hipoteca y después amortizarla fácilmente con las rentas de los inquilinos.
El combate definitivo entre la cuota de la hipoteca y el alquiler
Hoy en día muchos se siguen haciendo la famosa pregunta de si comprar piso o alquilar vivienda, ¿qué es mejor? Como siempre, depende de la situación de cada cual y de sus objetivos.
Si nos encontramos ante una situación donde no tenemos intención de vivir en un mismo sitio a largo plazo o nuestra situación económica ni siquiera nos permite pensar en hipotecarnos, la respuesta está clara: toca alquilar.
En cambio, si prevemos una estabilidad laboral, nos encontramos en una situación donde dos titulares pueden hacer frente a la deuda y contamos con los ahorros suficientes, entonces la hipoteca puede ser más interesante para nosotros. En el mercado actual, la cuota de la hipoteca suele ser más baja que la mensualidad del alquiler en muchas ciudades de España.
Ojo! Hoy en día aunque no tengas ahorros no es imposible obtener una hipoteca 100% o de más del 80% si tu perfil coincide con lo que las entidades están buscando. Asesórate con Housfy.