Cuando decides alquilar tu vivienda, surge una de las preguntas más importantes: ¿Debería optar por el alquiler de temporada o por el alquiler habitual? Ambas opciones tienen ventajas y desventajas que conviene considerar antes de tomar una decisión. Veamos cada una de ellas para saber cuál es la mejor opción para ti.
¿Qué es el alquiler de temporada?
El alquiler de temporada se refiere a los contratos de arrendamiento que tienen una duración corta, desde 1 hasta 11 meses. Este tipo de alquiler es común en zonas turísticas o en propiedades destinadas a viajeros que necesitan esta estancia corta. A diferencia del habitual, el alquiler de temporada no está regido por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), sino por el Código Civil de cada comunidad autónoma, lo que implica menos protección para los implicados.
Este tipo de alquiler, por tanto, es realmente útil cuando el propietario quiere alquilar solo por ciertas épocas del año (vacaciones, eventos especiales, etc.).
Diferencias entre el alquiler de temporada y el habitual
Rentabilidad
El alquiler de temporada puede ser rentable en lugares turísticos o cuando la demanda es alta, ya que los precios pueden ser más altos por noche o por semana. Sin embargo, esta rentabilidad es volátil, ya que depende de factores estacionales y del comportamiento del mercado. Si no logras llenar el apartamento durante los meses de baja demanda, podrías tener largos periodos sin ingresos.
En contraste, el alquiler habitual ofrece una rentabilidad más constante y predecible. Aunque los precios no suelen ser tan altos como en el alquiler de temporada, al ser una fuente de ingresos permanente, te permite planificar mejor tus finanzas a largo plazo. Además, con contratos anuales, sabes exactamente cuánto recibirás cada mes, lo que ofrece mayor estabilidad económica.
Ojo 👀. Si bien es cierto que el arrendamiento habitual cuenta con una regulación más estricta en cuanto a precios, a la hora de la verdad, la rentabilidad no se ve tan afectada como parece.
Seguridad y regulación
Una de las grandes ventajas del alquiler habitual sobre el de temporada es la seguridad legal. El alquiler habitual está regulado por la LAU, lo que significa que tanto propietarios como inquilinos tienen derechos y obligaciones claras, lo que asegura que los acuerdos sean transparentes y equitativos.
En cambio, el alquiler de temporada está mucho regulado de una manera más ambigua y no ofrece la misma protección. Esto podría resultar problemático tanto para inquilinos como para propietarios, sobre todo si se busca estabilidad a largo plazo.
Opciones de éxito
Tanto el alquiler de temporada como el habitual tienen demanda, pero la cantidad de una no es comparable con la de la otra.
Hoy en día, el alquiler habitual está más buscado que nunca, las viviendas en arrendamiento duran muy poco en el mercado, si es que llegan a salir, porque a veces con el boca a boca es más que suficiente para conseguir inquilino.
Por contra, como hemos comentado antes, el alquiler de temporada, al durar 11 meses como máximo, se dirige a un público mucho más acotado.
Entonces, ¿cuál es el mejor para ti?
Si buscas estabilidad y previsibilidad, el alquiler habitual es de lejos la opción más adecuada. Este tipo de alquiler te ofrece seguridad y es más fácil de gestionar a largo plazo. Además, la protección legal y los límites en los aumentos de alquiler brindan una tranquilidad que el alquiler de temporada no puede ofrecer.
En cambio, el alquiler de temporada es una buena opción tan solo si tienes una propiedad en una zona de alta demanda turística o si estás buscando rentabilidad a corto plazo. Debes ser consciente de los riesgos asociados, como los meses de baja demanda o la falta de protección legal.
Recuerda⚠️. Hacer pasar un alquiler habitual por uno de temporada para esquivar la ley es fraude, y, por tanto, motivo de multa, y de las grandes, de hasta 900.000 euros.
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