El precio del alquiler es el principal factor que determinará si se consigue arrendar la vivienda o no. Una cuota asequible llamará el interés de un gran número de interesados, aunque uno demasiado bajo hará que pierdas rentabilidad. ¿Cuál es el precio ideal, entonces?
El dilema de cualquier arrendador: el precio del alquiler
Al arrendar una vivienda, el principal interés es obtener beneficios, un objetivo que puede provocar que nuestra primera inclinación sea ofrecer un precio del alquiler lo más alto posible.
No obstante, se trata de una operación importante y delicada, y una inflación del coste obstaculizará la operación. Es por ello que, para agilizarla, hay que encontrar el equilibrio entre rentabilidad y objetividad.
Es un poco difícil, pero para ello existe una serie de aspectos a tener en cuenta que facilitarán encontrar el precio ideal.
Todo lo que influye en el precio del alquiler
En realidad, son dos factores: el valor de mercado de la vivienda y las características de esta, que incluye un seguido de elementos.
Valor de mercado
Se trata del precio que los inquilinos están dispuestos a pagar, y es el resultado de la relación entre oferta y demanda, si hay más oferta que demanda, el valor del mercado será más bajo, pero si la demanda es superior a la oferta -como actualmente-, dicho precio aumentará.
Esta relación es inamovible, pero las zonas pueden ir intercambiándola según la propia demanda. Una zona donde haya muy poca oferta y unos precios demasiado altos puede acabar perdiendo demanda, la cual optará por redirigir su interés a zonas con una mayor oferta y, por tanto, unos precios más asequibles.
Características de la vivienda
La vivienda es el objeto de demanda, así que sus propias condiciones se convierten en factores determinantes de interés y, por lo tanto, del precio del alquiler.
Las principales características que comportan la aceptación de un precio superior son:
- Mayor número de habitaciones.
- Mayor número de baños.
- Más metros cuadrados.
- Una buena distribución del espacio.
- Un buen estado de conservación.
- Una buena orientación según el clima y las horas de sol.
- Contar con aire acondicionado y/o calefacción.
- Contar con espacios extra como balcón, terraza, trastero, garaje…
- Tener una mayor calificación en el certificado energético.
¡Ojo!👀 Si la vivienda se encuentra en una de las zonas tensionadas que establece la Ley de Vivienda, el precio del alquiler deberá respetar el Índice de Referencia.
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