Ester Capella, Consellera de Territori, ha anunciado que la Generalitat regulará la gestión del alquiler de temporada. A continuación te contamos los cambios que se avecinan en una de las formas más comunes de alquilar una vivienda en la actualidad.
El alquiler de temporada, un cabo suelto de la ley de vivienda
Hay un contrato de alquiler que escapa a las medidas de la nueva Ley de Vivienda: el de temporada.
Según recoge la LAU, esta modalidad de alquiler no está pensada para arrendatarios que busquen una vivienda habitual, sino un alojamiento temporal por motivos vacacionales, estudiantiles, laborales, etc. No hay una duración mínima ni máxima establecida, aunque en la práctica se considera alquiler vacacional al que tenga una duración inferior a 11 meses.
No es que la nueva Ley de Vivienda se olvidara de este tipo de alquileres, pero han terminado quedando como un cabo suelto que se zafa de sus restricciones. De ahí que, en los últimos meses, los alquileres de menos de un año hayan proliferado tanto en los portales inmobiliarios.
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La Generalitat regulará los alquileres de temporada
En este contexto, Ester Capella, recientemente nombrada Consellera de Territori, ha anunciado que la Generalitat regulará la gestión del alquiler de temporada. “El Govern”, ha razonado, “no permitirá la utilización de los alquileres de temporada como la manera de eludir y burlar la limitación del precio de alquiler”.
La “nueva regulación del régimen urbanístico” de los alquileres de temporada se aplicará, afirma Capella, a aquellas zonas en las que “el uso turístico produce tensiones de precios y no garantiza una dotación suficiente de vivienda de alquiler para satisfacer las necesidades de la población residente”.
Para aplicar estas limitaciones, antes hay que declarar esas áreas como zonas de mercado tensionado, igual ya ha hecho Jaume Collboni en Barcelona. El plan de la Generalitat es extender la declaración de zona tensionada a 140 municipios catalanes, los principales núcleos urbanos, que concentran el 81 % de la población en Catalunya.
Cambios en la gestión del alquiler de temporada en Catalunya
La nueva regulación de los alquileres turísticos aún está en proceso de elaboración. Y aunque no conviene aventurar sus medidas, sí podemos prever sus consecuencias en los alquileres de temporada.
La principal, previsiblemente, será la aplicación de los límites del alquiler previstos para las zonas tensionadas. Al quedar libres de ellos, el precio de los alquileres de temporada ha subido un 35 %. La técnica es muy clara: contratos cortos y, al terminar, subidas de precios. En ciudades como Barcelona, donde la demanda es tan amplia y la oferta tan estrecha, siempre habrá quien pague el nuevo precio.
Otra de las medidas de la Ley de Vivienda que hasta ahora han esquivado los alquileres turísticos es la que afecta a los honorarios de las inmobiliarias. Con la Ley de Vivienda, estos gastos deben correr a cargo del arrendador, y es de prever que vaya a ocurrir lo mismo en los alquileres turísticos catalanes a raíz de la nueva regulación.
Pese a todo, como hemos dicho, el nuevo régimen aún no está definido. Es buena, sin embargo, una cierta anticipación, como usar una calculadora de rentabilidad del alquiler para ver cómo te afectarían las posibles limitaciones para los propietarios.
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