Una vez mezclados el agua y el jabón, si el aire sopla constante, la burbuja empieza a crecer, a ensancharse y a ganar volumen. De repente, sin aviso previo, la burbuja estalla. Este mismo proceso fue el que vivió el mercado inmobiliario con la burbuja inmobiliaria. Creció hasta explotar, provocando la mayor de las recesiones económicas desde 1929. En este artículo trataremos de explicar las causas y las consecuencias de la burbuja inmobiliaria y cómo afecta en la compra de viviendas.
Causas de la burbuja inmobiliaria
No existe un factor único que explique las causas de la crisis pero, sin embargo, la especulación y la laxa política crediticia llevada a cabo por los bancos, son los factores más extendidos para explicar el boom de la burbuja financiera e inmobiliaria.
Especulación del sector inmobiliario
El precio de la vivienda llevaba años creciendo sin parar, y la especulación inmobiliaria se convirtió en una forma fácil de hacer dinero. El comprar un piso barato para venderlo más caro por medio de las inmobiliarias, se convirtió en comprar caro para vender muy caro. Con el tiempo evolucionó a comprar muy caro para vender por encima de sus posibilidades, hasta que todo estalló.
American Dream – Acceso a la financiación sin límites de importe ni de cantidad de inmuebles
Un cochazo, un piso en el pleno centro de la ciudad y una casa para veranear en línea del mar. Hasta hace poco, el sueño americano era posible para todo el mundo. Durante la burbuja inmobiliaria los bancos ofrecían créditos a tipos de interés muy competitivos sin hacer demasiadas preguntas. La conjetura económica favorable, junto con el pensamiento de que el valor de los pisos nunca bajaría, hizo que los bancos relajaran su política de riesgos.
El clima de bonanza económica, la disponibilidad de liquidez y los informes que confirmaban el buen estado de las entidades financieras, hizo que mucha gente pudiera vivir por encima de sus posibilidades con créditos hipotecarios que no podían pagar, lo que después se convertirá en una crisis financiera.
IPC vs precio de la vivienda
La economía iba viento en popa. El IPC y los salarios crecían a ritmos similares, marcando incrementos anuales del 3 %. Sin embargo, pese al aumento de poder adquisitivo y de calidad de vida, el precio de la vivienda subía mucho más rápido y llegó a marcar incrementos anuales del 17 %.
El problema era evidente, la vivienda se encarecía 6 veces más rápido que los salarios. Una burbuja inmobiliaria que con el tiempo acabó siendo insostenible.
Consecuencias de la burbuja inmobiliaria
La explosión de la burbuja inmobiliaria ha tenido graves consecuencias para la economía española. El ladrillo dejó de ser el negocio principal de nuestra economía. Los especuladores dejaron de invertir en vivienda, y muchos de los que vivían del sector, se quedaron, sin previo aviso, sin trabajo.
De la burbuja inmobiliaria a la gran recesión
Aquellos que antes se peleaban por comprar y revender inmuebles, perdieron el interés. Aquellos que vivían el falso sueño americano dejaron de hacerlo de golpe. Sin capacidad de pago, la casa en la playa dejó de ser algo indispensable.
Los bancos se quedaron con un amplio stock de viviendas vacías y devaluadas que generaron gran cantidad de pérdidas y, para intentar reequilibrarse de nuevo, aplicaron estrictas políticas de crédito.
El estallido de la burbuja inmobiliaria dejó muy tocado uno de los principales sectores productivos de la economía española. La tasa de paro subió y los ingresos medios de los hogares españoles disminuyeron. Como consecuencia, el consumo de la mayoría de bienes y servicios se redujo, afectando a otros sectores de la economía y agravando aún más el problema.
La caída de los precios
Tras petar la burbuja inmobiliaria, la cantidad de demanda de inmuebles bajó, mientras que la oferta aumentó. Según la ley de la oferta y la demanda, nos encontrábamos en un punto de exceso de oferta. Existía una gran cantidad de pisos vacíos a precios desorbitados y muy poca cantidad de usuarios que quisieran comprarlos con estas condiciones. Como consecuencia, el precio de los inmuebles por metro cuadrado disminuyó año tras año para que la demanda de estos incrementase perdiendo millones de euros.
Desde finales de 2007 a 2013, el precio medio de la vivienda sufrió un descenso de más del 25 %. Esta caída de los precios, ayudó a reactivar la demanda de inmuebles y a que el sector se empezara a recuperar poco a poco.
Tras la fuerte caída, los precios se estancaron en su punto más bajo, y más tarde experimentaron una leve subida hasta día de hoy. Así que podemos quedarnos con lo positivo.
La situación inmobiliaria actual tiene sus altos y sus bajos, pero nada tiene que ver con como era todo en plena crisis económica. Por eso, si estás pensando en adquirir un inmueble, es el momento. En Housfy contamos con un amplio catálogo de casas y pisos en venta para que puedas comprar aquella que más se ajuste a lo que buscas y a lo que necesitas.