La acción de invertir tiene como objetivo principal, lógicamente, obtener un beneficio económico. No obstante, es cierto que con ello no estamos exentos de evitar el riesgo financiero. Pero, ¿en qué consiste exactamente este tipo de riesgo? Sin ir más lejos, se trata de un concepto relacionado con la incertidumbre que se produce en el rendimiento de una inversión. Al invertir dinero en algo, estamos expuestos a la posibilidad de acabar con un resultado negativo. Es por ello por lo que, en el artículo de hoy, te vamos a explicar en qué consiste esta probabilidad y vamos a puntualizar siete sencillos pasos para poder evitarla con éxito.
¿Qué es el riesgo financiero?
El riesgo financiero se trata de la posibilidad existente de que se desencadenen consecuencias adversas en una inversión financiera o económica. Dicho riesgo no se centra simplemente en obtener pérdidas económicas, sino que también expone la probabilidad de obtener unos beneficios financieros menores de los que se esperaban en un inicio.
Por otro lado, es importante saber que existen diferentes tipos de riesgo financiero:
- Riesgo de crédito. Tiene lugar cuando una de las partes contractuales no asume sus obligaciones. Por ejemplo, si un comprador consigue un préstamo para invertir en vivienda con la condición de que devuelva el dinero en un futuro con intereses, el riesgo de crédito sería que el comprador en cuestión no pagase su deuda.
- Riesgo de liquidez. Se da cuando una de las partes tiene activos, pero no cuenta con suficiente liquidez para asumir sus obligaciones. En este caso nos encontramos en una situación de iliquidez.
- Riesgo de mercado. Es el riesgo que presenciamos en las operaciones encuadradas en los mercados financieros. Se refiere a la probabilidad de que un acreedor no reciba el pago de un préstamo (o que lo reciba, pero con atraso).
- Riesgo operativo u operacional. Vinculado a aquellas pérdidas ocasionadas por errores operativos, ya sean generados por fallos o insuficiencias tecnológicas o humanas, así como la presencia de imprevistos externos. Asimismo, se considera riesgo operacional la falta de personal o el personal poco cualificado o preparado.
Una vez explicados los diferentes tipos de riesgos financieros, pongámonos ante la tesitura de que te encuentras en alguna de las situaciones mencionadas. ¿Cómo puedes actuar para asumirlas?
- Puedes trasladar el riesgo hacia otra parte, ya sea vendiendo el activo en cuestión o contratando un seguro.
- Puedes retener el riesgo y asumir las posibles pérdidas que se generen.
En todo caso, se deben barajar las diversas formas de actuación después de analizar el contexto y la situación de la actividad económica realizada.
Consejos para minimizar los riesgos financieros
Antes de todo, es interesante volver a remarcar que los riesgos no se pueden evitar al completo, es decir, el riesgo cero no existe. Sin embargo, sí hay dinámicas que pueden minimizar las probabilidades de esos peligros. A continuación te detallamos siete consejos para ello:
- Analiza la rentabilidad de la inversión. En el momento de invertir es indispensable contar con la máxima información sobre aquello en lo que queremos poner nuestro dinero para que el riesgo de resultados negativos sea menor.
- Anticípate al futuro. Relativo al primer punto, manejar información es óptimo para poder anticiparte a los diferentes escenarios y contar con una estrategia en caso de posibles cambios repentinos e inesperados.
- Diversifica la inversión. Esto te permitirá, por ende, diversificar el riesgo, ya que equilibrarás las inversiones de alta peligrosidad con las que sean de un riesgo más bajo.
- Cuenta con un equipo profesional. En contextos financieros, lo mejor es contar con un grupo de profesionales que sepan tomar las mejores decisiones para esquivar resultados negativos.
- Evalúa los resultados. Es indispensable analizar los resultados que obtengas en cada operación para saber qué pasos seguir y qué pasos dejar de lado en tus futuras tomas de decisión.
- Ahorra y evita las deudas. Parece algo obvio, y lo es, pero no gastar todo lo que ingresas es esencial. Poner sobre la mesa un planteamiento económico que te permita obtener un margen económico y, así, evitar las deudas, es vital para minimizar cualquier tipo de riesgo.
- Contrata un seguro. No es algo obligatorio, pero barajar la opción de contratar un seguro puede ser positivo para proteger determinados activos en situaciones de peligrosidad concretas.
Ahora que ya sabes más sobre el riesgo financiero y algunos consejos para evitarlo, puedes llevar a cabo tus inversiones de una forma más segura y anticipándote a posibles escenarios. Eso sí, debes saber que los resultados de las mismas no llegan de un día para otro y es necesario ser paciente.
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