Cuando se vende un inmueble, hay que sopesar el pago de los impuestos correspondientes, entre ellos la plusvalía, uno de los que causa más polémica, pues no siempre se paga, es diferente para cada localidad y se puede fraccionar. Veamos cómo funciona.
Antes de todo: ¿Qué es la plusvalía?
La plusvalía, o Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (IIVTNU), es el impuesto municipal que grava el aumento de valor de un inmueble durante el tiempo que se ha sido su propietario, es decir, desde que se compró hasta que se vende.
Esto significa que, si se vende una propiedad y se obtienen ganancias gracias a su incremento de valor, se debe abonar dicho impuesto. Pero si, por el contrario, vendiste el inmueble a un precio menor del que pagaste por su adquisición porque el valor ha disminuido, no deberás pagar plusvalía, pero sí declararla.
Es importante tener en cuenta que la plusvalía no depende del precio de venta de la vivienda, sino de dos factores clave: el valor catastral y los años que has sido propietario del inmueble. Hay diversos factores que provocan un aumento del valor de un inmueble, los principales son las reformas, el aumento de demanda y las mejoras en la zona donde se ubica.
Así, para calcular la plusvalía, se establecen unos coeficientes, actualizados anualmente en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), que se aplican en función de la fecha de compra. Cabe destacar, que el Gobierno solo establece unos valores máximos, el encargado de determinar el coeficiente exacto es el ayuntamiento local, así como de recaudar el impuesto.
El pago de la plusvalía debe realizarse cuando se lleva a cabo una transmisión de propiedad, es decir, en el momento de la venta o la donación de la vivienda, y dentro de un periodo de 30 días hábiles a contar desde la fecha de la operación -6 meses en caso de fallecimiento desde la fecha del mismo-, de lo contrario, se aplicarán consecuencias legales y económicas.
Al ser municipal, ¿cómo se paga la Plusvalía?
La plusvalía puede abonarse en un solo pago o de manera fraccionada a plazos. El número y la fecha de estos los determina el propio ayuntamiento municipal. Veamos por ejemplo cómo se ejecuta este trámite en las ciudades Madrid y Barcelona.
Fraccionamiento del pago en Madrid
Al vender un piso en Madrid, los propietarios pueden solicitar el fraccionamiento del pago de la plusvalía por un plazo de hasta 2 años. En casos excepcionales, y bajo criterio de la Agencia Tributaria, el período puede alargarse hasta 5 años.
Para solicitar el fraccionamiento, deberá realizarse antes de que venza el plazo de pago voluntario, o, si la deuda está en periodo ejecutivo, en cualquier momento antes de la notificación de acuerdo de enajenación de bienes.
La periodicidad de los pagos se determina en el acuerdo de concesión, que aporta un calendario con las fechas correspondientes. En caso de pérdida, se puede solicitar una copia:
- Presencialmente en las Oficinas de Atención Integral al Contribuyente (OAIC) con cita previa.
- Telefónicamente en la Plataforma tributaria, a través del teléfono 010 – Línea Madrid (914 800 010 dentro y fuera del municipio de Madrid).
- Por escrito a la S.G. de Recaudación, calle del Sacramento 3 28005 Madrid.
Hay que tener en cuenta sobre todo que al fraccionar el pago se aplicarán intereses, lo que podría hacer que el total a pagar sea algo más alto, salvo que la deuda haya sido garantizada mediante aval bancario o contrato de seguro de caución, en cuyos casos el interés aplicado será el legal.
Tip Housfy.💡También existe la posibilidad de solicitar un aplazamiento adicional del pago, pero debe ser aprobado por la administración tributaria.
Fraccionamiento del pago en Barcelona
Cuando se vende un piso en Barcelona, el fraccionamiento y/o aplazamiento del pago de la plusvalía solo es posible si se trata de una transmisión lucrativa, como donación o herencia.
Para solicitar el trámite existen dos opciones, de manera online o presencial pidiendo cita previa.
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El proceso de postventa puede ser un poco engorroso por los impuestos que hay que afrontar y los trámites que conllevan, por eso, lo mejor es facilitar al máximo la operación de transmisión.
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