La mayoría de los casos en que se opta por solicitar una hipoteca se hace de forma compartida, principalmente en pareja. Comprar una vivienda conjunta es uno de los grandes proyectos de muchas relaciones, y te adelantamos que no son pocas las razones por las que conviene pedir una hipoteca compartida. También tiene, sin embargo, algunos inconvenientes. Te contamos ambos a continuación.
Preguntas que hacerse antes de pedir una hipoteca compartida
Antes de conocer las ventajas y desventajas de pedir una hipoteca en pareja, debes hacerte algunas preguntas sobre los tres componentes de la cuestión: sobre la pareja, sobre solicitar una hipoteca y sobre hacerlo en pareja.
La pareja
¿Qué tipo de relación tenéis? ¿Compartís perspectivas de futuro? ¿Deseáis formar una familia? Aunque nunca serán totales, una hipoteca compartida necesita las máximas certezas sobre la estabilidad del futuro. Son preguntas difíciles, pero la seriedad de una hipoteca ha de ser proporcional a la de la relación.
Solicitar una hipoteca
La pregunta aquí es la misma que al solicitar una hipoteca individual; lo distinto es que se la hacen dos personas. ¿Cuál es vuestra situación financiera y cuál prevéis que será en el futuro? Sin solvencia y estabilidad es imposible conseguir una hipoteca. Si tienes dudas sobre vuestra capacidad para afrontarla, utiliza nuestro simulador de hipotecas online.
Pedir una hipoteca compartida
En caso de pedirla, debéis definir desde el comienzo el reparto de los pagos. Quizá la situación económica de un miembro de la pareja es considerablemente mejor que la del otro. Definir con claridad los términos desde un inicio os ahorrará muchos problemas futuros y os ayudará a la hora de comparar hipotecas y elegir la más adecuada.
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¿Te conviene pedir una hipoteca compartida?
Veamos ya qué ventajas tiene pedir una hipoteca con dos titulares:
- Más opciones de conseguir una hipoteca. Dos pueden más que uno, y las posibilidades de impago deberían ser menores, es decir, el banco tiene más garantías.
- Mayor seguridad en el pago de las cuotas. Misma lógica: dos pueden más que uno, y es más fácil afrontar una hipoteca con dos sueldos. Además, si uno se queda sin trabajo y los ingresos del otro son buenos, este puede asumirlos temporalmente.
- Financiación más alta. Siendo dos crece la capacidad de endeudamiento, lo que predispone al banco a ofrecer créditos más altos.
- Mayor facilidad para afrontar gastos derivados de la hipoteca (el 20 % que no suele cubrir, el 10 % adicional de impuestos por la compra). Compartir estos gastos de tu hipoteca en pareja será mucho más asumible que en solitario.
Algunos inconvenientes de las hipotecas compartidas
Por supuesto, no todo son buenas noticias. Los inconvenientes, como verás, son el inverso de las ventajas: lo que era bueno cuando se daban unas circunstancias es malo cuando no se dan.
- No poder asumir con un sueldo ambas cuotas. Lo decíamos antes: si uno se queda sin trabajo, el otro puede hacerse cargo, siempre y cuando sus ingresos sean altos. Si no lo son tanto, tendréis un problema.
- Dificultades si la pareja se rompe. Es algo que siempre puede ocurrir. Llegado el caso, existen tres soluciones:
- Vender la vivienda y, con los beneficios, cancelar la hipoteca (la opción más habitual).
- Que uno le compre su parte al otro (lo cual no ocurre casi nunca, porque implica disponer del dinero necesario).
- Hacer una extinción de condominio (uno le cede su parte al otro).
Te dejamos este artículo para saber, en caso de divorcio, lo que ocurre con una vivienda comprada antes del matrimonio:
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