Vas a vender tu piso y ya tienes todo listo: anuncias, enseñas, negocias… Pero antes, toca un paso clave: la tasación presencial de la vivienda. Es decir, que un tasador acuda a tu inmueble para determinar su valor real en el mercado.
¿El problema? Que hay ciertos detalles que pueden hacer bajar esa valoración, aunque tu casa tenga potencial. Y lo peor es que muchos propietarios los pasan por alto sin saberlo. ¿Quieres saber qué errores bajan el precio de tu vivienda durante la tasación presencial y cómo puedes evitarlos? Sigue leyendo, porque esto puede marcar la diferencia entre vender bien… o mal.
¿Por qué es importante la tasación presencial de una vivienda?
La tasación presencial de una vivienda es clave porque influye directamente en el precio de venta que puedes pedir de forma realista y el margen de negociación en el proceso de venta.
Pero no solo eso, sino también en la cantidad que un banco está dispuesto a financiar si el comprador necesita hipoteca.
Una valoración baja puede echar para atrás a compradores o hacerte perder miles de euros. Por eso es vital prepararse bien.
Qué evitar en la tasación presencial de tu vivienda
1. Desorden o falta de higiene
Aunque su labor es técnica, el tasador es humano. Una vivienda sucia, desordenada o con olores fuertes como de tabaco o humedad, puede generar una percepción negativa que afecte al informe.
¿Cómo evitarlo?
- Haz una limpieza profunda antes de la visita.
- Ventila bien la vivienda.
- Despeja estancias para que se vean amplias y luminosas.
2. Pequeños desperfectos a la vista
Grietas en las paredes, enchufes sueltos, grifos que gotean… Son cosas menores, pero transmiten falta de mantenimiento, es decir, una minoración del valor de la vivienda. Y eso puede hacer que el tasador aplique una corrección negativa al valor final.
¿Cómo evitarlo?
- Repara todo lo que puedas antes de la tasación presencial de la vivienda.
- Si hay cosas que no puedes arreglar, tenlas localizadas para explicar su causa.
3. No tener la documentación lista
El tasador necesitará consultar documentos clave como:
- Escritura de propiedad
- Recibo del IBI
- Planos, si los tienes
- Certificado de eficiencia energética
- Cédula de habitabilidad o el equivalente
Si no los tienes a mano o los datos no coinciden con la realidad, se puede retrasar la valoración o generarse dudas que se reflejen en el informe.
¿Cómo evitarlo?
Ten toda la documentación ordenada para enseñarla al tasador. Transmitirás confianza y transparencia.
4. Tener reformas no registradas o sin justificante
Muchos propietarios reforman cocinas o baños, pero si no lo justificas con facturas o no está reflejado en la documentación, el tasador puede no tenerlo en cuenta.
¿Cómo evitarlo?
- Guarda presupuestos, facturas y permisos de obras.
- Si la reforma ha mejorado la eficiencia energética, mejor aún.
5. No destacar los puntos positivos del inmueble
No todos los pisos en un mismo edificio valen igual. Por ejemplo, un primero interior sin ascensor no vale lo mismo que un ático con terraza. O si la zona tiene mal acceso, poco transporte público o está degradada, el valor baja.
¿Cómo evitarlo?
No puedes cambiar la ubicación, pero puedes poner en valor aspectos relevantes de la vivienda:
- Reformas hechas dentro del piso.
- Servicios cercanos (colegios, parques, comercios).
- Detalles que aporten confort (aislamiento, doble ventana, calefacción eficiente).
6. No acompañar al tasador o no saber explicar tu piso
Dejar al tasador solo o no poder resolver sus dudas puede dejar lagunas en el informe.
¿Cómo evitarlo?
- Acompaña al tasador, sin presionar, pero estando disponible.
- Prepárate un pequeño resumen con mejoras que hayas hecho, desde cuándo es tuyo el piso, etc.
7. Comparar con pisos que no son comparables
Muchos propietarios se basan en anuncios online para estimar el precio de su piso, pero el tasador usa testigos de venta reales y comparables, no precios inflados.
¿Cómo evitarlo?
- No discutas con el tasador sobre «lo que vale el piso del vecino».
- Si tienes datos de ventas reales, puedes aportarlos.
Prepara la tasación como si fuera una visita de compra directa
La tasación presencial de una vivienda es un paso crítico si estás por vender el piso, ya que afecta directamente a la valoración y, por tanto, al precio que puedes poner en el mercado.
Evitar estos errores no cuesta mucho y puede ayudarte a defender mejor el valor de tu vivienda. Piensa en el tasador como el primer «comprador» que verá tu piso: cuanto mejor sea su impresión, más justa (y alta) será la valoración.
Si quieres solicitar una valoración presencial de tu piso para venderlo y se encuentra en Barcelona, Madrid o alrededores, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. En Housfy te acompañamos desde el principio hasta la firma, y solo pagas si conseguimos cerrar la venta.