Las previsiones a medio/largo plazo no son para ser optimistas. El sistema de pensiones tal y como lo entendemos ahora está al borde de la quiebra. Las contribuciones de la población activa al sistema de pensiones no pueden hacer frente a todos los pagos de los jubilados. El volumen de población de más de 65 años es cada vez mayor y representan un % muy elevado en comparación a la población en edad de trabajar. La ley que incrementa la edad de jubilación a los 67 ya está aprobada. Pese a eso, el sistema falla y el fondo de reserva se ha vaciado a un ritmo vertiginoso en muy pocos años. Por ello, cada vez cobra más importancia contar con un Plan de Pensiones.
¿Es viable hoy en día un plan de pensiones?
La cruda realidad choca con la teoría. En vísperas de que el sistema público de pensiones pete, son muy pocas las personas que cuentan con un plan de pensiones privado que les sirva para poder vivir sin las ayudas del estado. Con los sueldos de la mayoría de los trabajadores, es evidente que es complicado sino imposible poder hacer frente a los pagos del día a día, y tener suficiente capacidad de ahorro como para aportar una cantidad importante a tu plan de pensiones. No obstante, si eres propietario de un inmueble, existen algunas soluciones para poder disfrutar de una pensión que te permita respirar tranquilo y disfrutar de un descanso más que merecido.
Hipoteca inversa
Este producto financiero te permitirá percibir una pensión sin necesidad de haber ahorrado con anterioridad. Lo mismo que un Plan de Pensiones sin que lo sea. La hipoteca inversa te permite cobrar cada mes una cantidad estipulada. Éste es un préstamo que la entidad financiera te concede cogiendo tu piso como garantía. Dependiendo de la edad del solicitante y el valor del piso, la renta percibida será mayor.
La hipoteca inversa obliga a devolver la deuda tras el fallecimiento del titular. La deuda, por lo tanto, recae sobre los herederos. Los herederos disponen de un plazo de un año a partir de la fecha de fallecimiento del titular del préstamo para hacer frente a la deuda generada. Para solventar esta deuda pueden vender el piso, suscribir otra hipoteca o bien pagarla con sus ahorros y quedarse con la vivienda en propiedad.
Tu propio plan de pensiones con la renta vitalicia inmobiliaria
Es un producto financiero muy similar a la hipoteca inversa, con la pequeña diferencia que en dicho caso no genera ninguna deuda a los herederos. A cambio de ceder la nuda propiedad a la entidad financiera, ésta te asegura percibir unos ingresos estables hasta el día de tu muerte.
Desde que se firma el contrato hasta el final de tus días, podrás vivir en tu domicilio percibiendo una cantidad mensual como si de un plan de pensiones se tratase. Tras el fallecimiento del titular del contrato el banco o la entidad financiera se quedará con el inmueble. Dependiendo del valor de tu piso, puede que sólo con la renta vitalicia no sea posible vivir cómodamente. Sin embargo, es un complemento perfecto para tu plan de pensiones ya que permite tener un cojín extra para disfrutar al 100% de tu retirada del ámbito laboral.
La renta vitalicia y la hipoteca inversa son productos financieros pensados para que en el momento de tu fallecimiento la cantidad aportada o la deuda generada no supere el valor del inmueble que has dejado como garantía. Las diferencias son pocas pero importantes. La renta vitalicia no deja ninguna deuda a los herederos, pero estos no tienen derechos sobre el piso ya que es propiedad de la entidad financiera. Fiscalmente, la renta vitalicia permite deducir el IBI mientras que la hipoteca inversa no lo contempla.
Venta con alquiler garantizado
Algo tan sencillo como vender el piso asegurándote por contrato que éste se te alquilará hasta el fin de tus días. Con el dinero ingresado tras la venta del piso, la pensión pública suponiendo que aun exista y lo que percibas de tu plan de pensiones, debe de haber de sobras para hacer frente al pago del alquiler y poder vivir como un señor.
Quizás la diferencia entre este tipo de negocio y los dos anteriores es que, en este caso vas a percibir, sí o sí, el total del valor de tu piso. Digamos que sería como percibir tu plan de pensiones en un pago único. Como contrapartida, nadie te garantiza tener este dinero hasta el final de tus días. Será tu labor administrar bien todo este dinero para no dejar la cuenta a 0 antes de tiempo.
Perspectivas para los no propietarios
En las grandes ciudades el alquiler no para de subir. Por ende, la capacidad de ahorro de los trabajadores será poca o nula. Si empiezas a aportar desde muy joven dinero a un plan de pensiones puede que te baste para pagar el alquiler y los gastos habituales. Pero puede que tengas que borrar de tu cabeza aquel crucero alrededor del mundo que tenías pensado para tu jubilación. Por el contrario, las propiedades, están hoy en día mucho más baratas de lo que lo habían estado años atrás. El pago de una hipoteca media no llega ni de lejos a los niveles de los alquileres actuales. Por ende, la capacidad de ahorro aumenta y las aportaciones a tu plan de pensiones serán más grandes.
Aun contando que el sistema de pensiones público ya no exista, con una vivienda en propiedad, tus gastos serán mucho menores y el plan de pensiones puede ser suficiente para jubilarte tranquilamente. Y de no ser así, siempre podrás utilizar tu propiedad para percibir ese dinerito extra que tanto querrás cuando ya no trabajes. ¿Aún te lo estás pensando? Busca tu piso ideal en nuestra web y garantízate una jubilación por todo lo alto.