Todas las claves sobre el subarrendamiento de tu piso en propiedad

Mediante el subarrendamiento, un inquilino alquila a otra persona una parte del inmueble, como una habitación, con la que el propietario no tiene contacto. El subarriendo puede ocurrir por muchas razones. He aquí algunos ejemplos:

• A tu inquilino le sobra espacio y quiere realquilar una habitación para dividir gastos.
• Una compañía ha alquilado una nave industrial para su negocio y ahora quiere subarrendar una planta entera a otra empresa para minimizar gastos.

La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) reconoce el subarrendamiento y lo regula en su artículo 8 para viviendas destinadas a la residencia habitual:

• El propietario debe consentir el subarrendamiento.
• Solo se puede subarrendar el inmueble de forma parcial. Si no, hablamos de cesión del contrato.
• La duración del subarriendo depende del contrato original de alquiler.
• El precio del subarrendamiento no puede superar el del alquiler de la misma vivienda.

En conclusión, realquilar habitaciones es legal si hay consentimiento del propietario, pero el contrato de subarrendamiento irá supeditado al contrato de alquiler original.

Por esa misma razón, si el contrato de alquiler es por un motivo distinto al de vivienda habitual (por ejemplo, un alquiler temporal) las condiciones del subarrendamiento se dejan al libre pacto entre las partes.

Según el artículo 32 de la LAU, si en la finca se ejerce una actividad empresarial o profesional, no hace falta el consentimiento del propietario para el subarriendo o la cesión del contrato.

Esto no significa que el casero no deba saberlo: la ley estipula que el inquilino debe notificar el subarriendo al propietario en el plazo de un mes.

Para que el subarrendamiento sea legal, habrá que crear un contrato de subarrendamiento que incluya, al menos, la siguiente información:

• Datos del nuevo inquilino y del primer arrendatario
• Motivo del subarrendamiento
• Consentimiento del propietario
• Condición de asumir las mismas responsabilidades que el primer arrendatario
• Precio del subarriendo
• Otras condiciones acerca de la permanencia, los plazos de notificación, la fianza, etc.

Es importante hacer constar toda la información posible, para garantizar los derechos de todos los integrantes y una mayor protección legal.

De no ser así, el artículo 27 de la LAU establece que el subarrendamiento inconsentido puede significar la resolución inmediata del contrato.

La mayoría de contratos de alquiler de agencias tienen una cláusula preestablecida que prohíbe el subarriendo, para curarse en salud. Y es que, a más gente implicada, mayor es también el riesgo:

• Problemas de convivencia y cuidado del mobiliario
• Incumplimiento de las condiciones del contrato del alquiler
• Retraso con los pagos

Pero subarrendar tu piso no siempre es peligroso. Si se hace de manera responsable, el subarrendamiento también puede ser beneficioso para el propietario.

Por ponerte un ejemplo: en momentos de dificultad económica, dividir los gastos brinda a tu inquilino una mayor capacidad de pago, por lo que se puede reducir el riesgo de morosidad.

Si has descubierto que tu inquilino está subarrendando tu piso sin tu permiso, estas son algunas de las acciones que puedes tomar:

1. Habla con tu inquilino para entender su situación y llegar a un acuerdo que sea ventajoso para los dos.
2. Si no, puedes pedir el desalojo. En este caso, según la ley, el contrato se resuelve por incumplimiento y podrás recuperar tu vivienda.
3. Si tu inquilino no coopera, siempre puedes tomar acción legal. Este proceso suele ser más lento y costoso, por lo que una comunicación amistosa con tu inquilino es clave para evitar demoras.

Además, si habías pactado cualquier tipo de garantía de cumplimiento aparte de la fianza y así lo estipula vuestro contrato, como propietario podrías quedarte con la parte correspondiente como indemnización o penalización por el incumplimiento de las cláusulas.