Todo lo que debes saber sobre el título de propiedad al alquilar tu vivienda

El título de la propiedad de un hogar es aquel documento en virtud del cual puedes acreditar ser el propietario de una vivienda. Por lo tanto, permite demostrar tener los derechos que de la misma se derivan sobre el bien inmueble en cuestión, por ejemplo, en la mayoría de los casos, para vender o alquilar tu vivienda.

Lo que necesitas es ser el propietario de la vivienda, o bien, la persona que tenga derecho a disfrutar de ella (como sería el caso del usufructuario). Es decir, tienes que estar legitimado para alquilarla.

Por lo tanto, la inmobiliaria, o por ejemplo, un arrendatario interesado en alquilar tu vivienda, podría pedirte que le muestres tu título de propiedad sobre la vivienda para una mayor seguridad jurídica. Todo ello, si es que no constas ya inscrito como propietario en el Registro de la Propiedad.

En este caso, lo más habitual es solicitar una nota simple en el Registro de la Propiedad de la zona donde radica la vivienda en cuestión, cuyo documento te ofrece toda la información necesaria: quién es el titular y desde cuándo lo es.

No obstante, si aún no estás inscrito como propietario en el registro, deberás acreditar tu condición mostrando el título de propiedad.

Casi podríamos decir que existen tantos tipos de título de propiedad como propietarios hay en el mundo, pero en general, los modelos más recurrentes son:

• Escritura de compraventa.
• Escritura de aceptación de herencia.
• Resolución judicial de adjudicación de la vivienda. Por ejemplo, tras un divorcio, en el procedimiento de liquidación del régimen económico matrimonial.

Extraviar o perder el título de propiedad, en un incendio, inundación o mudanza, es algo que nos puede pasar a todos en cualquier momento. Pero tranquilo, pues el título de propiedad original lo custodia el notario para evitar falsificaciones o modificaciones del mismo.

Así, ante la pérdida del documento, tan solo debes acudir al notario donde firmaste la compraventa en su día e indicar el número de protocolo y la fecha de la firma. Una vez solicitado, el notario te entregará una copia del título con validez legal.