Características principales de las hipotecas para reformar tu vivienda
Una nueva vivienda no solo se consigue comprándola. También puedes reformar la que ya tienes y dejarla como nueva. Por eso existen las hipotecas para reforma.
La principal característica de estas hipotecas es la que nos dice su nombre: no se destinan a comprar una vivienda, sino a reformarla. Veamos otros rasgos que las diferencian de las hipotecas convencionales:
- Su plazo de devolución oscila entre 15 y 20 años.
- Suelen pedirse cuando la casa no está cargada con otra hipoteca.
- Los intereses acostumbran a ser superiores al 3 %.
- El importe mínimo es, habitualmente, de 30.000 €, y el máximo, de entre el 50 % y el 60 % del valor de tasación de la vivienda.
Ventajas de las hipotecas de reforma de hogar
Al no ser un tipo de hipotecas muy abundante, tal vez no conozcas las ventajas de pedir una hipoteca para reforma. Son las siguientes:
- Los intereses son inferiores a los de un préstamo personal.
- Los plazos de amortización suelen ser más flexibles.
- Al recibir menos dinero que en una hipoteca convencional, también es menor el riesgo de impago.
- Por ello, el acceso es más fácil.
- Según el tipo de reformas que hagas, podrías acceder a beneficios fiscales.
Perfil indicado para solicitar una hipoteca para reforma
La respuesta a la pregunta de quién puede pedir una hipoteca para hacer una reforma es sencilla: quien necesite hacer reformas importantes y no tenga ahorros para afrontarlas, pero sí ingresos para asumir la hipoteca.
Lo mejor sería, además, que sobre la vivienda del solicitante no pesara otra hipoteca. De lo contrario, acceder a una hipoteca para reforma se volvería muy difícil.